César Gutiérrez, autor de estas líneas
Resumen del artículo anterior.
Referí anteriormente, que en una serie de entregas sucesivas propondré para el debate, consideraciones para que mediante políticas de gobierno de largo plazo, con efecto en el corto plazo, pueda darse una orientación a la oferta de generación eléctrica, sin ser controlista ni contrario a la iniciativa privada; pero sí firme en defender los intereses del Estado.
En mi último artículo (“Huracanes caribeños están por arribar al debate político peruano”. 21.09.2017), propuse que en el caso de la generación de energía eléctrica en base a recursos energéticos renovables (RER), las subastas deberán tener horizontes más extensos de puesta en operación comercial (POC) para las centrales. Hasta la fecha han sido conceptualizados en tres años futuros, propongo que se haga a no menos de siete años para generadoras a biogás y geotérmicas; manteniendo los plazos actuales para las plantas eólicas, solares e hidroeléctricas de hasta 20 MW.
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Dado que el concepto participación porcentual de las RER en el consumo nacional, es una mirada a futuro, poniendo como fecha de evaluación final la POC de las generadoras subastadas (máximo 3 años), es indispensable fijar una tasa de crecimiento de la demanda, que hoy está normada por Decreto Supremo (DS-012-2011-MEM), que señala que se debe utilizar la considerada por Osinergmin en su regulación anual de tarifas de generación, cuyo horizonte es de tres años a lo más. Aquí se presenta la necesidad de los primeros cambios normativos, en este caso a nivel de DS, para poder tener una base firme de proyección de demanda a plazos de hasta siete años. Trataré este tema en el presente artículo.
LAS CUERDAS SEPARADAS DE POLÍTICA Y ECONOMÍA NO FUNCIONAN
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Antiguo discurso, muy usado en el proceso de la delimitación marítima de Perú y Chile, que se dilucidó en la Corte Internacional de La Haya; reiterado en los gobiernos de Alan García y Ollanta Humala, sobre todo por los capitostes de los gremios empresariales, pero cuya vigencia se ha ido perdiendo paulatinamente, quedando completamente fuera de lugar durante los 14 meses de gobierno de Pedro Pablo Kuczynski
La mejor muestra de lo afirmado han sido los múltiples pronósticos del crecimiento del PBI, ensayados por el Banco Central de Reserva (BCR), desde una optimista proyección de crecimiento de 4.3% para este año 2017, calculada en Diciembre del año pasado, hasta un modesto 2.8% del presente mes. Drama del descalabro en cuatro actos.
La relación entre comportamiento del PBI y la demanda de electricidad es una realidad estudiada en múltiples veces y confirmada con las proyecciones de la variación de la demanda que realiza el Comité de Operación Económica del Sistema (COES); que han sido nueve durante este año, una por mes. Desde un valor entusiasta de 51,880 Gigavatios hora (GWH), de enero pasado, hasta un conservador de 49,434 GWH de este mes de septiembre. Es decir una reducción de 4.7% para el año 2017.
Asimismo el consumo estimado de energía para el 2018, se ha reducido en 7.3% y en 10.2% para el 2019, de lo que se pronosticó en Enero de este año.
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Con tamañas variaciones en períodos de tiempo tan cercanos, la incertidumbre para los inversores se acrecienta, más aún cuando se publica recurrentemente en la prensa económica, la existencia de una sobreoferta de generación, sin mencionar que está constituida principalmente por plantas que van a operar a diesel 2, dado el atraso en las decisiones sobre la nueva licitación del Gasoducto Sur Peruano (GSP)
Es evidente por lo mostrado que hacer proyecciones para plazos largos, tiene complejidad mayúscula. Una caída de la demanda futura, implicará que la participación RER en el consumo nacional se incremente. Por esta atendible razón, los opositores a programar subastas RER con POC a siete años, van a tener argumentos para su posición. Sin embargo hay salidas.
ESCENARIOS EN LAS PROYECCIONES PARA TOMAR DECISIONES EN HORIZONTES MEDIOS.
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Hay información pública que puede ser utilizada para hacer proyecciones de la demanda del Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN), que es la principal componente del consumo nacional, cerca de 92% a la fecha. Es pertinente recordar que el concepto consumo nacional incluye la autoproducción que va en franco descenso y la balanza exportación e importación, que hoy es prácticamente nula.
EL COES hace periódicamente dos proyecciones que pueden ser utilizadas, la correspondiente al “Programa de Operación de Mediano Plazo del SEIN” (POMP), con un horizonte de 2 años y el “Informe de Diagnóstico de las Condiciones Operativas del SEIN”, con un horizonte de 9 años (IDCO).
A la fecha contamos con el POMP de Septiembre 2017, que proyecta la demanda del período 2017-2019 y el IDCOP, de Febrero 2017, que hace pronósticos para el período 2019-2028. Se puede trabajar con ambos documentos y hacer una predicción en tres escenarios, que tome como base lo ocurrido en el 2016 y tenga como horizonte el año 2026.
Según lo mencionado se ha elaborado curvas de proyecciones de demanda en escenarios: optimista, base y pesimista.
Siendo conservadores, es decir trabajando con el escenario base; que implica una tasa de crecimiento anual promedio de la demanda de 4.0%, se pueden plantear algunas conclusiones.
Con lo sustentado se puede modificar el DS-012-2011-MEM, para utilizar las proyecciones del COES en escenario base, para cuantificar el porcentaje de participación de las RER y la energía requerida en cada subasta.
EL CONCEPTO DE ENERGÍA REQUERIDA Y LOS POTENCIALES VALORES A SUBASTAR.
PETRAMAS
El cálculo de la participación RER permite al gobierno de turno de ver el cumplimiento de la tasa que se haya definido, hoy del 5%, recordando que es una mirada a futuro a la fecha de la POC de las generadoras, definida en cada subasta. Sin embargo esta variable no es suficiente para definir las expectativas para los inversores, cuyo interés es conocer que cantidad de energía anual va ser subastada por cada tecnología, allí interviene el concepto de “Energía Requerida” (ER).
Según la normativa existente, la ER es la diferencia evaluada a la fecha de cierre de la POC establecida en cada subasta, entre la energía anual determinada con la participación RER, menos la adjudicada acumulada en todas las subastas anteriores. A la fecha entre las 4 subastas se ha adjudicado la cantidad de 2,651.02 GWH.
Si se programase una subasta en el año 2018, y se siguiese mi planteamiento que se ponga dos POC, que corresponderían a los años 2021 (3 años) y 2025 (7 años), la Energía Requerida, con las proyecciones de demanda del COES en escenario base, sería de:
Para hacer tangibles las cantidades calculadas, interpreto las cifras. En el 2021, siguiendo la asignación de participación entre eólica y solar, utilizada en la cuarta subasta (año 2016), de 59% para la primera, con factor de planta de 0.52 y 41% para la segunda, con factor de planta de 0.32; habría una oferta de centrales eólicas por 48.0 MW y solares por 54.0 MW.
GEOTERMIA
En el 2025, lo que se obtendría si pudiese estructurar rellenos sanitarios a nivel nacional que signifiquen 50% de capacidad de lo existente en Lima, se tendría una generación de 5.0 MW a factor de planta de 0.83 que implican 36.35 GWH, quedando pendientes de cubrir la cantidad de 446.85 GWH anuales, que a un factor de planta de 0.8, implicarían una central geotérmica 64.0 MW. Como referenciar puedo mencionar que Chile acaba de inaugurar una geotérmica de 48 MW.
Cifras elocuentes para un planteamiento de oferta a 7 años vista.