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Domingo 31 de diciembre 2017

Escenario post vacancia

Por: Jorge Luis Martinez
Escenario post vacancia
Foto: Difusión


Mg Jorge Luis Martinez, autor de estas líneas

 

“Nunca intentes ganar por la fuerza lo que puede ser ganado por la mentira” Nicolás Maquivello.

Vuelta la página de la vacancia, Pedro Pablo Kuczynski decidió conceder el indulto humanitario a Alberto Fujimori. Estaba en su derecho. Sin embargo, tal como se puede ver, ha provocado una tormenta política dentro de su propia agrupación. Hasta el momento, tres congresistas de su bancada han renunciado; lo mismo ha sucedido con dos de los ministros del gabinete Araoz (se dice que hay varios que renunciaran por lo tanto la crisis aun no acaba). Las marchas de un sector minoritario de la población, especialmente jóvenes, en contra del indulto y sobretodo con gran cobertura mediática y de redes sociales hacen ver que en el Perú el clima está polarizado.

Los manifestantes en esta oportunidad piden, exigen, la renuncia del primer mandatario. Por “haberlos traicionado al conceder el indulto”. Sin embargo, lo extraño proviene del hecho de que quienes se manifestaron en esta ocasión no salieron a expresar su rechazo al presidente ante la evidencia de corrupción que suscitó la solicitud de vacancia presidencial. Y menos aún dadas las pruebas de coimas y transferencias probadas de Odebrecht a la gestión de la ex alcaldesa Susana Villarán. ¿Extraño, verdad? Parece, ¿no? Para nada, pues todo está direccionado, ya que es la izquierda que quiere provocar caos y desorden. La misma izquierda que llevó al poder a Ollanta Humala (no les importó lo de Madre Mía) y al mismísimo Pedro Pablo Kuczynski.

Ahora que el Presidente de la República ha concedido el indulto, muchos funcionarios han decidido tomar distancia y dejar la administración del Estado. No quieren saber nada con Pedro Pablo Kuczynski. Y si bien es cierto que esto poco importa, pues nadie es imprescindible; menos aún los funcionarios, ya que estos pueden ser reemplazados inmediatamente, el hecho es que si el jefe de Estado había sido debilitado por la solicitud de vacancia, de la que se libro in extremis, ahora ante la desbandada y el descrédito del que es objeto, lo está aún mucho más.

Así las cosas, cabe preguntarse ¿qué debe hacer el Presidente de la República en el futuro? Desde esta tribuna sostenemos que tiene que llegar a acuerdos políticos en el Congreso de la República con los grupos afines a su programa de gobierno. Esos votos los necesita para el futuro (el pedido de facultades delegadas está por verse); los de los otros grupos, los de la izquierda, no se puede contar; con ellos es difícil llegar a entenderse. Y si a esta altura no se sabe aún que otros ministros integrarán el gabinete ministerial, solo cabe esperar que los nombrados cuenten con apoyo político, pues lo que se viene es un escenario polarizado; uno en el que el Fujimorismo (a pesar de esos diez votos que se les fueron) tendrá un protagonismo de la mayor importancia.

En ese marco, Pedro Pablo Kuczynski, junto con su Premier, tiene que dedicar esfuerzos al tema de la Reconstrucción del Norte. El ministro de Vivienda debe liderar y gestionar en el vasto campo de la construcción en nuestro país. De una vez por todas el Ejecutivo tiene que liderar en lo concerniente a los proyectos mineros; no se debe postergar ni uno más. En tal sentido, Quellaveco, Michiquillay, Mina Justa y Corani, tres proyectos de la mayor importancia, tienen que impulsarse: los tres suman una inversión de diez mil millones de dólares. No podemos darnos el lujo de no hacerlo, más un ahora que el precio del cobre se ha relanzado. Hay que sacar provecho de la coyuntura.

Esperemos pues que el segundo debut del gabinete Araoz vaya por un buen camino; principalmente en lo político. A nada nos lleva las confrontaciones. Nuestra incipiente democracia aún no está preparada para estos vaivenes entre poderes del Estado. El escenario Fujimorismo versus Antifujimorismo daña la democracia, y por ende la economía. Quienes piensan, tal como hace la izquierda, que se puede construir una democracia excluyendo a grupos políticos, están equivocados. Eso nuestro país lo vivió en el siglo XX y acabó en varios golpes de Estado. La historia reciente no ha sido buena para la democracia. Los ciudadanos del Perú nos merecemos un mejor futuro. Aún faltan tres años y hay que terminarlos.

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