[Bolivia] El régimen contra la pared

Eduardo León Arancibia

ABOGADO DETENIDO DEL REGIMEN

El objetivo es que Evo Morales y Alvaro Garcia Linera respeten la voluntad del pueblo expresada en las urnas el 21F.

Entre amenazas altisonantes por parte del Vicepresidente del Estado Alvaro Garcia Linera que mediante sendos discursos racistas convocó a la confrontación y violencia, la negativa de los presidentes de la Cámara de Diputados Gabriela Montaño y de Senadores José Alberto Gonzales, por derogar el Código del Sistema Penal, la semana acaba con un nuevo empiezo cuando hoy 22 de enero, el Presidente del Estado Juan Evo Morales, anuncia por el canal oficial del gobierno que enviara una nota a la Asamblea Legislativa para que se proceda a la DEROGACIÓN de esta cuestionada ley que ha marcado sin dudas un nuevo escenario en la vida política del Bolivia.

Lo que hace cinco años era impensable bajo una formula de unidad y articulación de varios sectores ciudadanos el régimen en definitiva y nuevamente ha sido derrotado tanto en las calles como en la propuesta, en virtud a una pésima lectura del problema por parte del régimen y de las consecuencias que ahora se vienen en contra.

Y es que en definitiva, lo que se debe ver es el contexto y no solo el texto de la ley que ahora se pide abrogar ya que esta norma penal, fue aprobada como parte de un conjunto de hechos que en definitiva son parte de una estrategia que le siguen a la determinación por demás grosera asumida por siete miembros del Tribunal Constitucional, quienes desoyendo los resultados del 21 de febrero 2016 por el que la mayoría del pueblo boliviano negó toda posibilidad de respostulación tanto al presidente como al vicepresidente bajo una interpretación ilegal del Pacto de San José señalan que limitar el derecho de repostulación de Evo Morales es violar sus derechos humanos, creando anarquía dentro de la armonía constitucional que es el sostén de todo Estado.

Ahora quieran o no reconocer las autoridades del régimen, han sido derrotados en  momentos en que la popularidad del presidente ha llegado apenas a un 34 por ciento que frente al otrora 64 por ciento que hacían alegoría no es nada y pre determina una derrota en las elecciones de 2019, en cuya consecuencia los justificativos de diputados, senadores,  ministros  y dirigentes del masismo, no hacen más que demostrar su desesperación por aferrarse al poder como medio de impunidad de los actos cometidos en función de gobierno.

Pero el boliviano, sabe bien que si ahora se ha dado un retroceso del régimen, esto se suma a las del 21F y del 3D,   pese al anuncio de Evo existe una enorme desconfianza en el ciudadano que ha visto como el gobierno maniobra sin escrúpulos lo que ellos mismos juran cumplir. Es así que el objetivo es lograr el respeto a la Constitución y la voluntad ciudadana, y el mecanismo esta dado, y las instituciones cívicas y colectivos ciudadanos, más envalentonados que nunca, que no le quitan la mirada a los próximos movimientos del oficialismo que para demostrar que tendría algún respaldo social, ha sustituido las apariciones del presidente rodeado de dirigentes sociales desgastados que se han querido atribuir la representación del pueblo.

El homenaje por esta abrogatoria es para todos los ciudadanos simples que sin orden ni interés alguno que no sea vivir en paz y en derecho, salieron a expresar su palabra, desde niños, hasta curas, todos unidos en una sola voluntad, lo cual finalmente ha demostrado al régimen que sus discursos de que la derecha o el imperio buscan desestabilizar al gobierno han caído por su propio peso y por su trillado uso y que García Linera denomine como una “asonada de la clase media en decadencia”, ha calado profundamente en quienes pertenecemos a este estrato social derivando en un mayor rechazo al régimen que ahora más que nunca debiera alistar maletas para dejar el poder abandonando tras suyo la destrucción de la institucionalidad del Estado, la abierta y descarada corrupción, así como las detenciones arbitrarias y muerte de mas de un centenar de personas durante estos 12 años.

El temor es lo que les invade por tanto daño cometido al país y la misma valentía que demandaban a quienes perseguían ahora se les demanda para que asuman la responsabilidad de sus actos y no se conviertan como ellos calificaban en simples “delincuentes confesos”.

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