Canjearlos es la solución

Ya no puede ser más claro el fracaso de Nicolás Maduro al frente de ese esperpento político y económico que es el chavismo en Venezuela. La larguísima cadena de crímenes, despropósitos y ridiculeces ha rebasado cualquier afiebrada imaginación. No se sabe cuándo dejará de superarse a sí mismo en su inagotable capacidad para engañar a su pueblo y, por si fuera poco, creer su propia mentira. Eso de las elecciones adelantadas en la que no pueden participar quienes no aceptaron su último fraude municipal y regional ya vence cualquier record.

Es imposible ignorar la represión, el desempleo, el desabastecimiento, el hambre y la pérdida de la salud de los venezolanos. Por donde y hacia donde es posible emigran (ya desde Chávez) miles y miles de ellos. Se puede leer en internet que son USA, España, México y Colombia los destinos más escogidos. Sólo en Colombia hay medio millón de refugiados. Y se estima que en nuestro país deben estar por los 100 mil.

Los “camaradas” que buscan erigirse como “defensores del trabajo” de nuestros compatriotas, reclamándole al gobierno que restrinja el ingreso desesperado de gente que quiere sobrevivir, rayan en el fariseísmo político. No se han atrevido antes y ahora tampoco a censurar a Maduro que es el verdadero responsable de todo esto. Por eso –algún meme lo sugiere- debieran ser canjeados por los venezolanos que ingresan al Perú.