Grover Pango, autor de estas líneas
Un inusual cambio de Presidente antes de los dos primeros años de gobierno agrega un nuevo trauma a nuestra vida democrática. Algo más de tres años se tendrá para intentar algunos progresos.
Se hacen encuestas y éstas reflejan estados de ánimo. Según IPSOS, lo primero que se demanda es luchar contra la corrupción (33%). Ojalá fuera tan sencillo desearlo como conseguirlo.
Cómo será de grave la sensación de desconfianza que precisamente en el ámbito de Seguridad Ciudadana se señala que lo primero por combatir es la corrupción en la policía. Es decir, no se confía (52%) en quienes existen para protegernos.
Pero nuestros pesares no acaban allí. La encuesta demanda que, luego de mejorar la calidad educativa (58%), se combata la corrupción también en el sistema educativo (32%). Y allí necesitamos precisar en qué y cómo percibe la ciudadanía la existencia de esta especie de estigma que nos persigue.
Esto no se supera con sanciones que, por lo demás, ya existen. Ojalá el tiempo de gobierno sirva para madurar –junto con un nuevo Proyecto Educativo- una experiencia con dos decisiones dentro de un nuevo marco normativo. Primera, una institución educativa con un Director/a calificado de verdad, con más atribuciones y responsable por sus resultados. Segunda, una muy rigurosa (y concertada) formación inicial de nuevos docentes, de gente capacitada y sana en lo sicológico.