Cuide cada sol, señor Villanueva

Mg Jorge Luis Martínez, autor de estas líneas

El Perú es un país con muchas necesidades insatisfechas. Tenemos brechas por cerrar en muchos campos. Uno de ellos, la salud pública. Para nadie es un secreto que los ciudadanos, es decir quienes con sus impuestos mantienen el funcionamiento del aparato del Estado, no reciben la atención debida por la falta de medicinas, equipos y demás para cubrir dicha demanda. A muy poco escapa que a pesar de esta situación, el despilfarro del erario nacional continua: los viajes, muchos de ellos en clase ejecutiva, al exterior de funcionarios del sector a seminarios o convenciones que más que seguro no ayudan en nada a nuestro país, el despilfarro de dinero de algunas entidades públicas que pagan un alquiler por sus sedes ubicadas en distritos cuyos alquileres están por los cielos.

Un ex mandatario (hoy prófugo de la justicia) utilizó el avión presidencial para desplazar a sus amigotes. El comportamiento de este personaje que gastó decenas de miles soles en licores para su consumo en Palacio de Gobierno hizo que el avión recibiese el nombre de “avión parrandero”.  Como para estar curados de la enfermedad del despilfarro, ¿verdad? Sin embargo, un reportaje mostró que el Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) paga quince millones de soles por tres años de alquiler de un inmueble de seis mil metros cuadrados ubicado en una zona exclusiva de nuestra capital, con vista al Golf Los Incas-Camacho-Lima. Lo mismo sucedió con con el Programa Social Qali Warma; ocupó en ese mismo inmueble cerca de tres mil metros cuadrados mediando cerca de un  millón y medio de dólares por el pago del alquiler. ¿Qué es esto?, ¿acaso esto no se llama despilfarro?, ¿esto no es tirar el dinero de los peruanos al tacho de la basura? Retomando la problemática del sector salud, ¿con cuánto de ese dinero se podría haber comprado las medicinas que faltan en algunos centros hospitalarios?

Ante esta situación, el Premier Villanueva debe dictar medidas de austeridad en el gasto público y, si las dictó, hacer el seguimiento respectivo. Por ejemplo, en el tema de las sedes, se cuenta con la Superintendencia de Bienes Nacionales (SBN); este organismo estatal puede dar un listado de los inmuebles del Estado susceptibles de ser ocupados por personal administrativo. De esa manera, el Premier podrá poner coto al gasto innecesario que genera el alquiler de inmuebles como los que se ha señalado. El Premier tiene que saber que si quiere reducir el déficit fiscal (una pesada herencia del gobierno anterior) va a tener que hacer recortes a nivel del gasto público. El señor Villanueva está en la obligación de cuidar cada sol del erario público. Los peruanos ya estamos cansados de despilfarros, de las grandes farras que se hacen con el presupuesto público. Esto debe parar de una vez. El premier debe solicitar a la Contraloría General de la República que cumpla con su rol supervisor y lo mantenga informado a fin de que se sancione a los responsables. Un Estado que cuida sus recursos en favor de los más necesitados, sobre todo en épocas donde la economía se ha frenado, es lo que se necesita. Cuidado con irse por la tangente, para esto no se necesita ningún cambio constitucional, tampoco de contar con mayoría calificada, ni de cosas por el estilo. Lo único que se necesita es la voluntad de hacer las cosas y nada más. El Perú se lo agradecerá, señor Villanueva.