Grover Pango, autor de estas líneas
Vemos que con los cambios ministeriales se reabren debates importantes. Las leyes señalan que el Ministerio de Educación es el “órgano rector de las políticas educativas nacionales”, se precisa al principal orientador y responsable de éstas. También su labor de coordinar y articular con los gobiernos regionales y municipales, además de los otros sectores, como expresión de esa rectoría.
Necesitamos entender la educación como un acto social que rebasa ampliamente los linderos de las IIEE. La educación básica pretende construir las bases (de ahí el nombre) sobre las que se forman ciudadanos. Y eso es mucho más que un conjunto de áreas curriculares.
Nadie podría decir que no le concierne la educación. Los sucesos más simples así como los gigantescos ofrecen un ángulo educativo ineludible. De ello tenemos que ser conscientes todos, en proporción pero sin excepción. El espectro de acontecimientos que envuelven la vida de nuestros estudiantes es inmenso. Lo que ocurra en la vida familiar, el barrio, la escuela, la ciudad, o le llegue por televisión o internet, algún impacto tiene sobre sus vidas y necesitamos conocer bien sus dimensiones. Pero podemos estar seguros que dentro de la escuela pasan muchas cosas que se inspiran en lo que pasa fuera de ella.
Por esto insistimos en que no sólo la escuela forma o malforma ciudadanos, sino lo que ocurre más allá de las aulas.