El buen manejo del error permite aprender, generar confianza e innovar

Actualmente existen empresas donde castigan los errores que cometen sus colaboradores o premian que ellos no los cometan. Esto ocasiona que las personas traten de ocultarlos o negarlos, desperdiciando ´las riquezas´ que pueden obtener con su buen manejo. Al respecto, Estela Hernández, coach docente del Curso de Especialización en Competencias del Líder Coach en las organizaciones de la PUCP, sostiene que “no conviene castigar los errores sino aprovecharlos para aprender, generar confianza e innovar; es muy importante que la persona que cometió el error sea consciente y responsable del efecto de este y, si es el caso, reparar el daño ocasionado”.

Según explica Estela Hernández, al castigar los errores en una empresa se promueve una cultura de apariencias, donde las personas se enfocan más en mostrar una fachada de infalibilidad que en aprender de las equivocaciones y ser responsables de sus consecuencias.

La docente señala que hemos acordado, socialmente, denominar error a la acción que no genera un resultado esperado. “Actuamos con toda la intención de lograr un resultado, realizamos la acción que consideramos adecuada pero no logramos lo que queremos, entonces, decimos que hemos cometido un error”. Además, aclara que en el error siempre hay una buena intención, en la negligencia no, esta es una actitud consciente de hacer algo mal o no hacerlo cuando se debía.

Estela Hernández, revela que en nuestro país aún hay empresas que no aprovechan la contribución de los errores en el desarrollo de sus equipos, perdiendo como mínimo tres riquezas potenciales que trae consigo este acto:

1. La oportunidad de aprender, cuando se reflexiona en equipo y sus miembros dan sus puntos de vista, se multiplican los recursos para diseñar acciones más efectivas.
2. La oportunidad de generar confianza en el equipo, el primer paso hacia el aprendizaje ocurre cuando las personas aprenden a aceptar sus errores, los comparten con los otros y escuchan la diversidad de aportes que el equipo les puede ofrecer, de esta manera se genera la confianza que surge con esta práctica gradual.
3. 3.       La oportunidad de innovar, para lo cual necesitamos arriesgarnos a cometer errores, pero esto no basta, lo importante es lo que se hace con el error, es decir las reflexiones que el equipo es capaz de hacer para lograr el objetivo a partir del error.

Asimismo, según explica Hernández, para poder aprender de los errores debemos ver más allá del resultado inmediato, con este fin, comparte algunas preguntas que ayudan a la reflexión: ¿De qué otra manera puedo lograr el resultado que quiero? ¿Qué hice o qué no hice para lograr un resultado diferente al que me había propuesto? ¿Qué hace que otros lo logren y yo no? ¿Qué es lo que no estoy viendo que otros sí ven? ¿Qué me falta pensar y qué me falta sentir? ¿A quiénes me falta escuchar? ¿Qué necesito aprender para lograrlo?

Para más información del Curso de Especialización en Competencias del Líder Coach en las Organizaciones de la PUCP, comunicarse al teléfono: 6262000 - anexos: 5777 – 5770. Correos: mayllon@pucp.edu.pe, amgutier@pucp.edu.pe, Facebook: Coaching Profesional en la PUCP.