Confianza y liderazgo

Mg Jorge Luis Martínez, autor de estas líneas

El INEI ha reportado recientemente que nuestro país ha crecido cerca del 8 por ciento durante el mes de abril. Una cifra muy buena si la comparamos con otros meses del año pasado. En verdad, un guarismo alentador. No obstante, lo que se percibe cuando dirigimos la mirada al Ejecutivo es parecería no supieran de estas cifras. Hay tal situación de desgobierno y debilidad. Los paros regionales de hace pocas semanas nos enrostran este panorama. Esto, sumado a la huelga de profesores y a la paralización del transporte urbano suscitada hace unas semanas produce la sensación de algún desorden social. Cuenta para esto asimismo la desaprobación al encuentro de la presidente hecha de conocimiento hace poco en una encuesta. Esto no debería suceder ya que hay razones para que no suceda.

Roberto Abusada, en un interesante artículo publicó lo siguiente: “El Perú enfrenta hoy una situación económica internacional particularmente auspiciosa y cuenta, además, con una solvencia macroeconómica envidiable, pero no vemos al presidente o a sus ministros y demás autoridades planteándose objetivos ambiciosos y saliendo a explicar y a persuadir respecto de lo que se tiene que hacer para lograrlos. No se plantean metas como, por ejemplo, cortar a la mitad la anemia infantil en dos años o alcanzar a Chile en las pruebas de educación PISA en cinco años, o producir 5 millones de toneladas de cobre en el 2023 o lograr que la agricultura moderna crezca 15% por año para duplicar su tamaño en cinco años.” Es una realidad los números allí están”. Más claro ni el agua.

Tan claro, que es justamente lo que tiene que hacer el presidente Martín Vizcarra: generar la confianza necesaria para de una vez por todas conducir políticamente los destinos del país, pues tiene las cifras a su favor. El Presidente de la República debe de reunirse con todos los gremios privados, esa sería una clara señal de liderazgo, es una muestra de conducción para el país. Asimismo, el Ejecutivo tiene que liderar lo relativo a los proyectos mineros. No se debe postergar ni uno más; Quellaveco, Michiquillay, Mina Justa y Corani, proyectos mineros de la mayor importancia, que suman una inversión de diez mil millones de dólares. Es necesario sacarle el jugo a ese escenario internacional interesante para nuestro país. El Perú es un país minero, esa es nuestra naturaleza, claro está respetando el medio ambiente. Otro tema es la austeridad en el gasto público en aras de destinarlo sobre todo a la lucha contra la anemia infantil y la salud pública. Eso tiene que ser una prioridad.

Nadie duda la importancia de la conducción política. Y eso fue lo que carecía el ex inquilino de Palacio de Gobierno. Hoy el presidente Martín Vizcarra no debe cometer ese error. Tampoco enfrentarse con el Poder Legislativo, tiene que tener una buena relación con el primer poder del Estado. Es cierto que hay grietas con algunos de ellos, sobretodo de su bancada oficialista, pero eso debe superarse cuanto antes. Para eso sirve justamente la Política. No hay que caer en la desesperación, ni mucho menos en las peleas inútiles. Hay que recordar que en el curso del mes de octubre se llevarán a cabo las elecciones regionales y municipales a lo largo y ancho del Perú. Los resultados de ellas cambiarán el panorama político a partir del próximo año. Señor Vizcarra, póngale confianza y liderazgo, los números están de su parte.