Haya de la Torre vive entre nosotros por su honestidad, consecuencia, inteligencia, tenacidad, pensamiento y ejemplo de político íntegro y extraordinario, siempre al servicio de su pueblo, hasta el último suspiro de su vida.
Su propuesto de progreso en libertad y con justicia social, ciertamente, vive entre nosotros, y tiene una gran vigencia.
Más aún, hoy, que vivimos la crisis de la globalización neoliberal, que daña la democracia, frena la economía y perjudica a los trabajadores y sus familias.
Y que hoy es también, exacerba las guerras y da paso a una derecha autoritaria internacional, que raya en el nazismo, el racismo y la intolerancia religiosa, cuando no en el terrorismo fanático o la búsqueda del poder eterno.
En realidad, la propuesta de Víctor Raúl Haya de la Torre, de construir un PERU grande, libre, justo y culto, se ha convertido ya en una verdadera reserva nacional; en una esperanza concreta para resolver nuestros graves problemas y salir adelante.
Hoy, que recordamos su partida, lo que más deseamos, los que militamos en el PAP siguiendo su ejemplo político, no es solo volver a ganar la confianza del pueblo, sino sobre todo que la propuesta de Haya de la Torre, uno de los políticos más grandes del siglo XX, se haga realidad.
Su propuesta ya no es solo de los que militamos en el PAP, siguiendo su ejemplo, reiteró, sino que en verdad, hoy pertenece a todos los peruanos de buena voluntad, que amamos al PERU milenario y mestizo y a toda su gente, comenzando con los que menos tienen.
Su planteamiento de un desarrollo capitalista regulado, abierto a la tecnología e inversión extranjera de mutuo beneficio, que reduzca la pobreza y desigualdad, y nos proyecte hacia el futuro como un país de ingresos altos, con seguridad ciudadana, libre del crimen organizado y la corrupción, que nos mata, empobrece y hiere el alma, nos pertenece, pues, hoy, a todos los peruanos que actuamos con buena voluntad y amamos al PERU.
¡Arriba los corazones!
¡Viva la esperanza de un Perú mejor y con justicia!
¡Viva VRHT!
¡Viva el PERU!