Grover Pango, autor de estas líneas
Encuentro que el mejor modo de saludar a mi amada Tacna es agradeciéndole todo lo bueno que me haya podido ofrecer. Prestándome la idea de Violeta Parra, digo: “gracias a la tierra / que me ha dado tanto”.
De los cinco paradigmas humanos más próximos a mi existencia, cuatro de ellos están estrechamente ligados a este modesto pedazo de patria que comparto con tanta gente querida. El primero, Jorge Basadre Grohmann, sinónimo de peruanidad quintaesenciada, modelo de fe y símbolo de compromiso con el destino de su país. Encuentro en Fred Green SJ, ese sacerdote “tacneño que nació en Hawaii”, el ejemplo más potente de lo que es mi compromiso existencial: la educación y el servicio a los demás. El tercero es Líber Forti, argentino, director de una entidad que late en mi corazón como el Grupo Teatral Tacna, honda huella en la cultura de esta tierra.
En un simbolismo singular, cada uno de ellos tiene en este agosto una página especial: se reabre la Casa de don Jorge, Fred (cumple 96 años el 26) es homenajeado por el Club Tacna de Lima, y el GTT celebra 50 años retomando bríos con un reestreno.
El cuarto es más personal porque se trata de mi padre. Por su ejemplo amo al Perú y a esta patria chica desde su gente hasta su geografía; desde su sencillez hasta su grandeza.
Don Jorge, el padre Fred, Líber y el GTT, don Germán: muchas gracias a todos ellos, que me han dado tanto.