Grover Pango, autor de estas líneas
Muchas preguntas, reflexiones y lecciones dejará el proceso electoral. Sin duda se ha votado más por las personas que por las agrupaciones, lo cual es particularmente curioso porque ni los rostros ni los nombres están en las cédulas de votación. Eso puede expresarse luego en gestiones individuales y no institucionales.
De ser así no habrá “lealtad” alguna de los ganadores con quienes les dieron cobijo. En natural consecuencia, los grupos y partidos que se presentaron, los que en realidad –o apariencia- ganaron, los que presentándose ya fueron ignorados y los que debiendo presentarse no lo hicieron podrían ser casi prescindibles. Salvo que evidencien ser diferentes.
Lo que ocurra en los municipios y regiones dependerá de lo que la sociedad demande o permita. Es verdad que la democracia se ha deteriorado en buena parte del mundo. En nuestro caso ha sido la corrupción la que ha herido la fórmula política + democracia para llevar adelante al país. Pero la búsqueda sigue siendo la misma: prosperidad: con justicia, libertad y responsabilidad de todos.
Recordemos siempre que los países líderes en democracias verdaderas y eficaces tienen instituciones, practican procesos electorales con pluralismo, libertades civiles, gobiernos con resultados, participación política y cultura política. Ser mejores ciudadanos es una tarea nuestra y nadie vendrá a hacerla por nosotros.