Un nuevo panorama político para el Perú

Mg Jorge Martínez, autor de estas líneas

Pasadas las elecciones del domingo 7 de octubre, se vislumbra un nuevo panorama a nivel local, provincial y regional. Esto, más allá del hecho que estas elecciones no tuvieron aliento desde que fueron convocadas y que la campaña electoral se desarrolló en medio de  desencuentros entre los poderes del Estado. En particular, entre el Ejecutivo y el Legislativo. Los insultos y golpes lanzados desde ambos lados estuvieron a la orden del día durante todo el tiempo que duró la última campaña electoral.

Concentrándonos en el desenlace electoral, podemos decir que, en Lima, Jorge Muñoz de Acción Popular ganó gracias al poder mediático. En Lima no ganó un partido político, triunfó la figura de un caudillo, nada más. Pues si Jorge Muñoz hubiera postulado por otro movimiento, no cabe duda que también ganaba. Nadie pone en duda que Acción Popular es un partido histórico, pero con Jorge Muñoz arrastró votación y ganó en trece distritos de Lima.

Así las cosas, no está demás decir que las encuestas jugaron su rol en el posicionamiento del candidato de Acción Popular. Lo inflaron seguramente, crearon miedo con el otro candidato que a pesar de que manejaba un léxico tosco suscitaba identificación con un segmento importante del electorado. Renzo Reggiardo fue barrido de escena, lo mismo sucedió con Enrique Cornejo quien para muchos era el mejor candidato, no obstante estar permanentemente ubicado en los últimos lugares en las encuestas que se daban a conocer.

En el resto del Perú, Alianza Para el Progreso (APP) logró obtener dos gobernaciones regionales y disputará en segunda vuelta otras cinco. Acción Popular hará lo mismo en dos. Los otros movimientos independientes tienen presencia en el resto del país. En el escenario regional, lo preocupante es Puno, pues en esta región Walter Aduviri Calisaya, sobre quien pende una orden de captura que nunca se ejecutó, fue el protagonista de una violenta protesta contra la mina Santa Ana. La virtual elección de un caudillo como Walter Aduviri pone la señal de alerta en lo concerniente al destino de la explotación del yacimiento de Litio.

Los partidos políticos no cabe duda han sido reemplazados totalmente por caudillos alquilados. La concepción de los partidos políticos de organizaciones con militantes activos, al menos en el Perú, deja su lugar a una dinámica de redes sociales y poder mediático. Razón tiene Yascha Mounk cuando, haciendo alusión a su libro “El pueblo contra la democracia”, en el periódico inglés The Guardian (Marzo, 2018), dice a propósito del auge de la democracia no liberal, que esta no es otra cosa que esta “Es el surgimiento de sociedades que eligen a sus gobiernos, pero que dan poca importancia a las normas liberales como la prensa libre, el debido proceso, la transparencia, la tolerancia y libertades civiles.”.

Pues en el Perú de nuestros días esto es moneda corriente. Basta que uno opine distinto para que le lluevan insultos. Todos sabemos lo que significan esas cuentas denominadas “trolles”. Es una pena pero es la realidad, también están las famosas encuestadoras, que derrumban el trabajo político de aquellos que justamente en épocas de elecciones trabajan casa por casa, puerta por puerta llevando sus propuestas o en los mismos debates. Hay candidatos elegidos que ni siquiera se hicieron presente en los debates, pero que hoy son alcaldes debido al “arrastre· de un candidato “inflado” muchas veces por estas empresas.

Así están pues las cosas en nuestro país. Un país aún por construir en términos de prácticas que fortalezcan las instituciones.  Esperemos en todo caso que las nuevas autoridades trabajen con seriedad a partir de enero del año que aproxima.