Miércoles 01 de mayo 2024 | Contáctenos
El campamento, el primero de su tipo en un país que ha resistido durante mucho tiempo la marea creciente de la migración venezolana, se había abierto unas horas antes.
El campamento de 78 tiendas de campaña se construyó solo para los casi 500 inmigrantes que durante meses habían habitado en un barrio de chabolas en crecimiento cerca de la principal estación de autobuses de la ciudad. Una vez que fueron reubicados, las puertas se cerraron.
"Nunca se consideró que todos los que llegan aquí podrían seguir ingresando y seguir ingresando", dijo Juan Carlos Díaz, director de administración de riesgos de la oficina del alcalde de Bogotá, mientras pasaba por alto el nuevo campamento.
De los más de un millón de venezolanos documentados en Colombia, unos 240,000 están en Bogotá. Muchos, huyendo de la economía paralizante de su país, la violencia, la persecución política, la escasez de alimentos y medicamentos, llegan a Colombia a pie sin un peso en sus manos.
Colombia había evitado durante mucho tiempo levantar ciudades de tiendas de campaña para albergar a los venezolanos. Las autoridades temen que incentive la migración o que los deje responsables de una gran población.
Pero un creciente campamento informal en Bogotá finalmente no les dejó otra opción. El nuevo campamento, programado para operar hasta enero, marca la primera vez que el flujo de personas de Venezuela ha empujado a las autoridades colombianas a abrir un refugio masivo financiado por la ciudad.
Este mes, la ONU anunció que más de tres millones de venezolanos han abandonado su país desde 2014.
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