Viernes 26 de abril 2024 | Contáctenos
Boca Juniors y River Plate tendrán finalmente este domingo 9 de diciembre, en un gramado neutral, en el Santiago Bernabéu de Madrid, la oportunidad de medir fuerzas y de hacerse con el máximo trofeo continental a nivel de clubes de América, la Copa Libertadores.
De no ser suficientes los 90 minutos, vendrá la prórroga y quién sabe hasta los tiros penales, siempre bajo la mirada del omnipresente VAR, pero esta vez, lejos de Argentina, en Madrid, uno de los dos grandes del fútbol argentino regresará a Argentina convertido en campeón.
Se cerrará de esta manera, bajo el arbitraje del uruguayo Andrés Cunha, uno de los capítulos más vergonzosos no solo del fútbol argentino, sino también continental. Atrás quedará, al menos cronológicamente, este 9 de diciembre el ignominioso espectáculo de los hinchas de River Plate en los exteriores del Monumental, la suspensión del partido, la incertidumbre y la retahíla de denuncias de tirios y troyanos.
Se calcula que unos 200 millones de espectadores presenciarán el encuentro a través de las pantallas. Y tan solo 85 desde las graderías del coloso madrileño que ha abierto sus puertas a fin de que lo que no pudo ser posible en un contexto argentino lo sea en un gramado madrileño.
De ganar River Plate, los millonarios serán campeones por cuarta vez de la Copa Libertadores. Y por segunda en lo que va del quinquenio de Marcelo Gallardo en el banquillo. Y de triunfar Boca Juniors, se hará con su séptima Libertadores e igualará al Independiente de Avellaneda en títulos a nivel continental. Esperemos ver cuál de estos dos grandes se hace de esta Copa en el exilio.
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