México cerrará instalación para migrantes en la frontera de Texas

Las autoridades mexicanas dicen que el gobierno pronto cerrará un refugio para migrantes administrado por el gobierno federal ubicado a solo millas de la frontera con Texas con miras a evitar que caravanas adicionales viajen a la región.

Claudio Bres, alcalde de la ciudad fronteriza mexicana de Piedras Negras, dijo a los reporteros que la fábrica convertida en refugio se cerrará en dos o tres semanas. Según un informe de la prensa de Texas, las aproximadamente 1,600 personas que llegaron como parte de una caravana a principios de este mes serán trasladadas a refugios más pequeños. Un oficial de la ley de los Estados Unidos estacionado en un condado fronterizo confirmó la noticia.

"En dos semanas, los entregarán a todos a otro estado en México y los llevarán a Honduras", dijo el viernes 15 de febrero el alguacil de condado de Maverick, Tom Schmerber, quien fue informado de los próximos movimientos de los funcionarios en Piedras Negras.

Los centroamericanos han estado en la instalación por 11 días y están esperando para ver si el gobierno mexicano aprobará sus solicitudes para permanecer en el país y trabajar.

Hasta el momento, se han aprobado 100 migrantes, pero otros 1.200 tienen solicitudes de permisos de trabajo que aún están pendientes.

Se espera que otra caravana de 700 personas llegue al estado de Coahuila en la próxima semana a pesar de las advertencias del gobernador de que los no mexicanos no deben viajar a la región.

El gobierno mexicano ya ha comenzado a trasladar personas a otras partes del país. La semana pasada, 140 migrantes en Piedras Negras fueron transferidos a Saltillo, 270 millas al sur de la frontera. Además, se enviaron 150 migrantes a 270 millas al este de Reynosa, que se encuentra en la frontera de EE. UU. y México.

Los funcionarios dijeron que las ciudades del norte como Monterrey y Hermosillo también darán la bienvenida a un menor número de personas, según un informe de los Estados Unidos.

Las autoridades mexicanas dicen que sus intentos de albergar, alimentar y cuidar al gran grupo durante los últimos 11 días es una carga demasiado grande para soportar, y que no pueden seguir ayudando.

Durante los últimos años, México ha tratado con miles de centroamericanos que viajan cada semana por el país con la intención de llegar a los EE. UU.