Viernes 26 de abril 2024 | Contáctenos
China rechazó el sábado (16 de febrero) la apelación de la canciller alemana, Angela Merkel, de unirse al tratado de control de armas de la Guerra Fría que Estados Unidos acusa a Rusia de violar, diciendo que pondría límites injustos a los militares chinos.
Ante el temor de una carrera de armamentos nucleares entre China, Rusia y los Estados Unidos después del colapso del tratado de las Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF), del cual Estados Unidos se está retirando, Merkel hizo su llamado a un tratado global.
"El desarme es algo que nos preocupa a todos y, por supuesto, nos complacería que esas conversaciones se realizaran no solo entre Estados Unidos, Europa y Rusia, sino también con China", dijo Merkel en la Conferencia de Seguridad de Munich.
Rusia y los Estados Unidos son los firmantes del tratado INF de 1987 que prohíbe los misiles terrestres con un rango de entre 500 y 5.500 kilómetros y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, inició el retiro de seis meses desde este mes, culpando a las violaciones rusas.
Moscú niega haber cometido irregularidades, pero Estados Unidos y sus aliados de la OTAN quieren que Rusia destruya su sistema de misiles de crucero con capacidad nuclear 9M729, que Washington dice podría permitir que Rusia golpee a Europa casi sin advertencia.
La sugerencia de Merkel de involucrar a China en una negociación es vista por los diplomáticos europeos de la OTAN como una forma potencial de salir del callejón sin salida porque un nuevo tratado podría abordar las preocupaciones estadounidenses sobre una creciente amenaza
Pero el principal diplomático de China, Yang Jiechi, quien habló en un panel en Munich, dijo que los misiles chinos estaban a la defensiva.
"China desarrolla sus capacidades estrictamente de acuerdo con sus necesidades defensivas y no representa una amenaza para nadie más. Por lo tanto, nos oponemos a la multilateralización de la INF", dijo.
La ambición declarada de China es modernizar su Ejército Popular de Liberación para 2035, mejorar su fuerza aérea e impulsar nuevas tecnologías que incluyen misiles de crucero de muy alta velocidad e inteligencia artificial.
Su presupuesto de defensa creció casi un seis por ciento entre 2017 y 2018, según el Instituto Internacional para Estudios de Seguridad (IISS) con sede en Londres.
El general chino retirado Yao Yunzhu dijo a los delegados que un nuevo acuerdo de control de armas solo funcionaría si incluía misiles lanzados desde el mar y el aire, así como tierra, porque la mayoría de la tecnología militar de China estaba basada en tierra y el país no querría ponerse a sí mismo en una desventaja.
Los lanzadores de cohetes terrestres, más baratos y fáciles de ocultar, son una opción atractiva para China a medida que desarrolla sus fuerzas armadas, dicen los expertos, mientras que Estados Unidos opera sistemas más costosos basados en el mar para cumplir con el INF.
"China es tradicionalmente una potencia de la tierra y el ejército chino es una fuerza de tierra", dijo Yao.
"Si China va a entrar en este tipo de negociaciones, creo que debería ser más amplio incluir no solo las capacidades de ataque terrestres sino también aéreas y marinas ... y eso sería enormemente complicado", dijo.
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