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Lunes 25 de febrero 2019

En homenaje a Víctor Raúl Haya de la Torre

Por: Gustavo Saberbein, PhD (*)
En homenaje a Víctor Raúl Haya de la Torre
Foto: Difusión


Gustavo Saberbein Chevalier, autor de estas líneas

Uno de los más grandes pensadores y políticos del Siglo XX, cuya vida y obra es un ejemplo para los jóvenes y adultos del Perú y más allá.

 

Celebremos con orgullo el ciento veinticuatro aniversario del nacimiento de uno de los más grandes pensadores y políticos del siglo XX. Un peruano ilustre cuyo legado pertenece a los apristas de antes y de hoy, así como a todos los peruanos que trabajan con denuedo por el progreso del Perú con libertad, justicia y cultura.

Recordemos con júbilo su nacimiento en Trujillo, cuna del poder judicial del Perú, el 22 de febrero de 1895, cuando entonces, a cientos de kilómetros al sur,  caceristas y pierolistas combatían en Lima en el marco de una guerra civil que terminó con la entrada de los montoneros a la capital y la abdicación del presidente Cáceres, dando inició así a la llamada República Aristocrática.

Recordemos con entusiasmo su vida al servicio de las grandes mayorías, para que continúe siendo el vínculo de unión y acción de todos nosotros, militantes del Partido Aprista Peruano (PAP), a fin de que las nuevas generaciones de la costa, sierra y selva conozcan a Haya de la Torre en toda su dimensión y grandeza, y puedan emular su ejemplo de esforzada educación continua, su pensamiento creativo y propositivo, y su vida política sin parangón, honesta, sacrificada, y prolífica.

Haya de la Torre fue un líder político continental de una integridad ejemplar, que vivió con modestia en el Perú y en el exterior, un luchador social que fue perseguido, hecho preso y exiliado y que siempre estuvo rodeado de libros; un político sin par pues que nunca se rindió ante los grandes desafíos que enfrentó. Y todo esto, sin que despertará en él, asomo alguno de amargura, odio o espíritu de venganza.

Por esta manera de ser y de pensar, Haya de la Torre sostuvo con grandeza en su discurso convencional del 4 de julio de 1962, después que sufrió el veto militar a la presidencia, algo importante que ya había dicho antes, en 1931: “... en las banderas del aprismo no existe la palabra venganza, sino justicia”.

El padre de Haya, Raúl Haya, puso a su alcance desde temprano su valiosa biblioteca y le enseñó a alternar el ejercicio físico y el deporte con la lectura diaria, entre otras enseñanzas que le fueron útiles a lo largo de su larga y ejemplar existencia.

Algo que también ejerció influencia en su joven educación fueron las horas de lectura que hacía en una biblioteca obrera situada cerca de su casa, al igual que el hecho de conocer por primera vez la cruda realidad de los trabajadores de las haciendas cercanas.

Haya hizo sus estudios de educación primaria y secundaria en el Colegio Seminario de San Carlos y San Marcelo de Trujillo, centenaria institución educativa que, entre otras grandes personalidades, formó a Toribio Rodríguez de Mendoza, prócer de la independencia del Perú, a José Faustino Sánchez Carrión, fundador de la República y a Luís José de Orbegoso y Moncada, presidente de la República.

En 1913 Haya de la Torre ingresa a la Universidad Nacional de Trujillo, en donde estudió letras, filosofía y jurisprudencia, desechando mucho de lo enseñado por caduco o euro centrista, tal como el hecho de desconocer el avance de nuestra milenaria civilización, que nació hace 5,500 años.

En esta Universidad, Haya de la Torre es elegido presidente del Centro Universitario de Trujillo y aquí cabe destacar que, luego de un ágape de celebración entre amigos y compañeros de estudio, Cesar Vallejo, pronunció las siguientes palabras premonitorias e históricas:

“Yo poeta brindo mi copa por este pichón de cóndor
Yo profeta anuncio que este pichón de cóndor, volará muy alto,
y será grande, grande, grande”.

Más tarde, en busca de respuestas a sus inquietudes y aspiraciones, Haya viaja a Lima en 1917, a estudiar letras, psicología y jurisprudencia, en la Universidad Nacional Mayor de San marcos, UNMS, ciudad capital en donde conoció y bebió de los valiosos conocimientos de Manuel González Prada.

Sin duda, González Prada fue el maestro de las nuevas generaciones, aquellas que no habían vivido en su mayoría de edad la guerra con Chile, ni la ocupación, ni la humillación de la derrota, ni el robo del dinero y las riquezas acumuladas en el país, posibles de ser llevadas a Chile.

En Lima, Haya de la Torre se inspira en González Prada, por su posición ante los privilegios de la oligarquía, la esclavitud indígena, el adormecimiento del espíritu de rebelión en los explotados por efectos del coloniaje y la falta de educación. González Prada sintetiza con acierto, cuando afirma que la República era sólo una continuación de la Colonia.

La lectura del discurso que Gonzales Prada ofreció en el teatro Politeama de Lima, en Julio de 1988, a 5 años del término de la guerra con Chile, impactó en Haya.

Una de las ideas que le quedó grabada en su mente fue la conveniencia de agrupar a su joven generación, porque las generaciones políticas que precedían a la suya eran en su mayoría conservadoras, acostumbradas a usufructuar de las arcas del Estado, la explotación del indígena y el rodeo y búsqueda del favor de los nuevos mandatarios.

El siguiente párrafo, proclamado en el teatro Politeama, ante la presencia del presidente Andrés Avelino Cáceres y sus Ministros, quedo grabado para siempre en la memoria de la historia:

“En esta obra de reconstitución y venganza, no contemos con los hombres del pasado: los troncos añosos y carcomidos produjeron ya sus flores de aroma deletéreo y su fruta de sabor amargo. Que vengan árboles nuevos a dar flores nuevas y frutas nuevas: “¡Los viejos a la tumba, los jóvenes a la obra!”

En 1919, Haya fue electo presidente de la Federación de Estudiantes del Perú. Y cumpliendo con uno de los acuerdos tomados en el Congreso de Estudiantes del Perú, realizada en el Cusco, en marzo de 1920, Haya inauguró, en enero de 1921, la primera Universidad Popular González Prada (UPGP).

En abril de 1923, Haya de la Torre organiza una protesta popular exitosa ante una propuesta política oportunista del gobierno de Leguía y parte del clero limeño, con fines de reelegir a Leguía, violando la Constitución. Esta movilización lo destacó y marcó un hito en su vida al tiempo que fortaleció políticamente la alianza entre obreros y estudiantes universitarios.

En octubre de 1923, el gobierno de Leguía, que veía con malos ojos las UPGPs, ordena el uso de la violencia en contra de los seguidores de la huelga general ordenada por la Federación Obrera Local en busca de reivindicaciones laborales.

Leguía ordena, también, la búsqueda y captura de Haya, captura que se realizó el 2 de octubre de 1923, al ser ubicado en casa de un amigo suyo, en la que se había refugiado, con fiebre y principios de neumonía, para luego ser trasladado al penal de la isla San Lorenzo, lugar en el que Haya inició una huelga de hambre indefinida.

Ante la prisión de Haya en el Frontón y luego de que la noticia llegara del Callao a Lima, la capital del Perú amanece paralizada por una multitud de estudiantes y obreros en las calles, situación ante la cual el gobierno decreta 8 días de estado de sitio, endurece la brutal represión, apresa a cientos de estudiantes y obreros, y da muerte a dos jóvenes trabajadores que en significativo número intentaron marchar de las fábricas de Vitarte a Lima.

Al crecer la rebelión social y política en Lima, el gobierno de Leguía finalmente cede, acepta las reivindicaciones obreras, ordena la libertad de los detenidos y embarca el 9 de octubre de 1923 a Haya de la Torre, en una nave de carga con destino a Panamá, iniciando Haya así una larga etapa de su vida, de persecución, destierro y veto.

En un momento dado, Haya invito a José Carlos Mariátegui a dar clases en la UPGP en 1923 y a dirigir de manera interina la revista estudiantil Claridad, de la cual era su director. Así mismo, fue Mariátegui quien lo reemplazo en el cargo de Rector de la Universidad Popular. Tal como se ha dicho antes, el posterior divorcio político de Haya y Mariátegui, fue el divorcio más caro del Perú.

Deportado en 1923 a Panamá, Haya de la Torre viaja por Centroamérica, el Caribe, y México. En Cuba tuvo una polémica política con Julio Antonio Mella, fundador de la Universidad Popular José Martí. Y en México, analizó el gesto histórico de Hidalgo y los cambios habidos en México a partir de la revolución de 1910.

En éste país, Haya fue secretario general de José Vasconcelos en los años en que él ejercía el cargo equivalente a Ministro de Educación. Y en una reunión dada en el Salón de Actos del Museo Nacional de la capital de México, Haya de la Torre funda el APRA, en 1924, con la entrega de una bandera y un escudo al presidente de la Federación de Estudiantes de México.

Haya de la Torre, luego, recorre Europa y fue testigo de traumáticos cambios políticos antes de la segunda guerra mundial, entre ellos el nazismo y el fascismo.

Haya visita Rusia en 1924, en donde aprecia de cerca la revolución bolchevique y conoce a algunos de sus más destacados líderes, dejando, más tarde, sentada su posición sobre las posibilidades de fracaso de la revolución bolchevique, por su escaso desarrollo capitalista, posibilidad que se dio en la práctica con la Perestroika y la caída del muro de Berlín.

En 1925, Haya de la Torre viaja Londres y se matricula en la London School of Economics y luego en 1926 en la Universidad de Oxford, Universidad esta última en la que también dio clases. En Inglaterra, Haya permaneció cuatro años, en donde estudió economía y antropología y escribió en 1926, en inglés ¿Qué es el APRA?

En efecto, en un artículo escrito en la revista inglesa “The Labour Monthly”, publicada en diciembre de 1926, con el título de “What is the APRA”, Haya presenta los 5 puntos básicos del APRA, con el fin de crear un frente latinoamericano. Ellos son:

1. Lucha contra el Imperialismo.

2. La unidad política en Indoamérica.

3. Nacionalización de tierras e industrias.

4. Internacionalización del canal de Panamá, y

5. Solidaridad con todos los pueblos y clases oprimidos del mundo.

En 1927, Haya sostiene en el Primer Congreso Antiimperialista de Bruselas su posición a favor de un movimiento político autónomo en Latinoamérica, alternativo al comunismo, y luego escribe su libro “Por la Emancipación de América Latina”.

En 1929, Haya de la Torre viaja a Alemania en donde ahondó sus estudios de filosofía, hizo amistad con el sabio Albert Einstein y conoció más sobre su Teoría de la Relatividad, que lo llevó a estudiar, razonar y con el correr del tiempo, a publicar su teoría sobre el Espacio-tiempo histórico en 1948.

Haya era un hombre culto, de reconocido prestigio internacional, que hablaba varios idiomas incluido el francés, italiano e inglés, que leyó a los pensadores de Alemania en el idioma alemán y que citaba a los clásicos con facilidad. Todo lo cual, ciertamente, le facilito su comunicación con grandes personalidades de EEUU y Europa.

Bajo la inspiración de Haya de la Torre, El 20 de septiembre de 1930, se funda en Lima el Partido Aprista Peruano, PAP, partido que jugaría un importante rol en el devenir político peruano, no obstante la oposición de la oligarquía y sus aliados militares.

En su acta de fundación, el PAP proclama lo siguiente:

“Las clases gobernantes latinoamericanas son aliadas del imperialismo, detentándolo a cambio de concesiones y empréstitos; debido a ello nuestras riquezas son hipotecadas o vendidas al capital financiero internacional y así el sometimiento económico deviene en político. Contra esta situación debe luchar el APRA”

El 20 de Julio de 1931, en momentos en que el país atravesaba por una crisis profunda, como consecuencia del descontento popular y la renuncia de Sánchez Cerro al gobierno que él mismo inició con el golpe de estado a Leguía, Haya llega clandestinamente al Perú, por Talara, a fin de proseguir su acción política.

Pronto, Haya recorre el territorio nacional denunciando al civilísimo y se muestra dispuesto a llegar al gobierno mediante elecciones limpias y justas, cosa que no sucedió. De esta manera, luego de las elecciones del 11 de octubre de 1931, Sánchez Cerro se encumbra en el poder, con fraude, el 8 de diciembre del mismo año, con el apoyo del civilísimo.

El año 1931 fue fatídico para el Perú, porque si Haya hubiese sido electo presidente, como debió de ser en realidad, no hubiésemos tenido los sangrientos sucesos de Trujillo en 1932, año de la barbarie Sánchez cerrista. Con Haya presidente, el Perú habría comenzado a modernizarse durante la década de 1930, tal como sucedió con otros países de Latinoamérica que nos llevan ventaja, con lo que la situación económica y social del Perú sería hoy mucho mejor.

El pero no hubiese tenido que esperar cuatro décadas hasta cuando el gobierno militar de Velasco Alvarado, con todas sus limitaciones y errores, reclamara la soberanía del Perú, reivindicara al indígena, hiciera una reforma agraria y planteara la necesidad de industrializar el país, entre otra reformas necesarias para nuestro desarrollo.

Previó a las elecciones de octubre de 1931, Haya sustenta en la plaza de Acho, el 23 de agosto, con un lleno total de la plaza y con gran éxito, el “Discurso-Programa” del PAP.

Y luego, el 9 de octubre, días antes de las elecciones generales del 11 de octubre de 1931, el Comité Ejecutivo Nacional del PAP entrega a Haya de la torre el “Plan de Acción Inmediata” o “Programa Mínimo”.

En su “Discurso - Programa", dado en la plaza de Acho, Haya de la Torre analiza con consistencia la realidad peruana y hace propuestas, concretas y modernizadoras, sobre los siguientes campos del desenvolvimiento económico, social y político:

- El rol del Estado y su organización a partir del Congreso Económico.

- Las Fuerzas Armadas y la Importancia de su apartamiento de la política.

- El voto secreto y la elección libre y legal.

- Las reivindicaciones del trabajador.

- La reforma Agraria y la creación del Banco Agrícola.

- El fomento de la pequeña industria y el comercio.

- El desarrollo de la agricultura, la minería y la industrialización selectiva, dado que en ese entonces, tal como sucede en la actualidad, había sobre producción industrial a nivel mundial.

- La bienvenida al capital y la tecnología extranjera que coopere con nuestro desarrollo nacional.

- La reforma de la moneda con el abandono del patrón de oro.

- El regionalismo económico y la descentralización,

- La educación pública, moderna, práctica e integral, y

- La importancia de la fuerza moral del aprismo, que no recibe oro de nadie, así como, también, sobre la conducta honesta e intachable que debe caracterizar a todo aprista.

Pocos días después, en octubre de 1931, se realizan las elecciones generales. Según el Tribunal Electoral, Haya de la Torre ocupó el segundo plugar en las elecciones, y declaró como ganador al Coronel EP Luis Sánchez Cerro. Haya de la Torre y el PAP desconocieron los resultados por el fraude que se había producido.

Desde comienzos de su gobierno, Sánchez Cerro se mostró autoritario y represivo; encarceló a Haya de la Torre en 1932. Liberado en 1933, Haya fue objeto de persecución y activa politicamente desde la clandestinidad durante casi todo el gobierno del General EP Óscar Benavides, entre 1933 y 1945, hasta cuando el PAP vuelve a la normalidad en 1945.

Cuando en 1933 Franklin D. Roosevelt asume la presidencia en Estados Unidos y realiza cambios profundos en EEUU, Haya reflexiona y observa con detenimiento, como el presidente Roosevelt logra sacar a la Unión de la Gran Depresión de los años 1930, hecho fundamental que posibilita la victoria contra el nazismo, el fascismo y el imperialismo del Japón, por medio de la segunda guerra mundial.

Ante este giro estadounidense, Haya de la Torre hace ve con simpatía los cambios de Roosevelt y su política económica Keynesiana.

Entre ellos, 1) la garantía federal de los depósitos de ahorro bancarios, 2) la creación de las ollas populares para alimentar a los 18 millones de desempleados, 3) la construcción de grandes obras de riego, generación de electricidad, puentes, aeropuertos, vías de comunicación y en general, infraestructura vital para el desarrollo, 4) el fortalecimiento de los sindicatos y la negociación colectiva, 5) el cese del uso del dinero de los ahorristas por parte de los banqueros para especular en la bolsa de valores y 6) la creación de una economía de guerra para luchar exitosamente contra los países del eje que habían invadido Europa y parte del Asia,

Haya de la Torre publica más tarde, en 1956, “30 años de Aprismo”, obra escrita mayormente durante el periodo 1949-1954, en el que estuvo asilado y cercado en la embajada de Colombia, por el dictador Odría. Obra en la que hace una reflexion sobre sus textos anteriores, a la luz de los cambios ocurridos en el Perú y el mundo.

En este libro, Haya sustenta que no hay que distribuir la pobreza sino que hay que crear la riqueza, sabiendo negociar con la inversión extranjera en términos que favorezca nuestro desarrollo.

En este importante texto, Haya trata los siguientes asuntos:

1. El antiaprismo comunista.

2. El antiimperialismo aprista.

3. El antifeudalismo aprista.

4. El aprismo en un mundo cambiante.

5. El aprismo en su línea.

6. La interpretación aprista del antiimperialismo.

7. “La Buena Vecindad” y la respuesta aprista.

8. Interamericanismo democrático sin imperio.

9. ¿Y después de la guerra qué?

Haya admiró el avance de los países nórdicos y puso a estos últimos como ejemplo para el Perú, habiendo anunciado antes la caída del comunismo en Rusia, hecho que mucho tiempo después se cumplió con la caída del muro de Berlín en 1989.

A Haya de la torre le impresiona positivamente los países noreuropeos, Suecia, Dinamarca, Finlandia y Noruega, paisas que antes de la segunda guerra mundial solo habían tenido influencia sobre Europa cuando unieron intereses, con la excepción de Suecia que tenía peso propio. Y así mismo, por el hecho que, a diferencia de lo que vio en Rusia, aquí se podía encontrar “pan con libertad”

Haya visito los países de Escandinavia durante su primer destierro, visita en la que pudo observar que los países nórdicos estaban formando alianzas para su desarrollo.

A su regreso a esta región nórdica del planeta, durante su segundo destierro, Haya pudo apreciar en los años 1954 y 1955, el avance con justicia social alcanzado por estos países, así como la libertad en que vivían sus habitantes.

Haya constata así, que su propuesta de cambio para el Perú es posible, que es auténtica, que se puede lograr el progreso del Perú con justicia social y libertad. Esta constatación “in situ” lo entusiasma y lo convoca a proseguir su destino.

Así mismo, Haya de la Torre gravitó en la social democracia europea, al sustentar que el progreso con justicia no incumbe a solo una clase social: la proletaria. Sino a todo un frente social pluriclasista. Tesis que luego adopta como suya la social democracia.

Haya criticó también con una visión extraordinaria la revolución cubana en 1961, que sedujo a jóvenes e intelectuales de latinoamericanos, anunciando el fracaso de la revolución de 1959, luego de su adhesión al comunismo y el sometimiento de Cuba al Imperialismo de la URSS, tal como en realidad sucedió.

En 1945, bajo la tesis del inter-americanismo democrático sin imperio, Haya de la Torre planteó con gran acierto un acuerdo entre el Perú y EEUU. Esta visión de Haya se hace realidad seis décadas después, con el tratado de Libre Comercio entre el Perú y EEUU, firmado el 18 de marzo del 2003, ratificado por el Congreso peruano el 28 de junio de 2006 y también por la Cámara de Representantes de EEUU, el 2 de noviembre de 2007.

Haya tuvo un proyecto nacional en el que todos los peruanos tenían un lugar, empezando por los trabajadores manuales e intelectuales y la pequeña y mediana empresa; sin excluir a la empresa nacional de gran tamaño, ni a la inversión extranjera, cuando se sabe tratar con ella.

Haya, al igual que muchos apristas, sufrió durante décadas largos años de persecución, deportación, prisión, tortura, exilio. Es más, miles de apristas murieron por defender a los pobres y querer construir un país grande con libertad y justicia social.

En efecto, Haya de la Torre estuvo perseguido, refugiado o desterrado 40 años de su vida, por luchar por la unidad de América Latina, defender a los que menos tienen, solidarizarse con los pueblos oprimidos. Y enfrentar, tanto a la oligarquía peruana como al imperialismo internacional, junto con los trabajadores manuales e intelectuales y con la constitución de un Estado soberano, sin corrupción, promotor y regulador eficiente.

Así mismo, por exigir elecciones limpias y justas, por educar al pueblo y enseñarle a pensar por sí mismo.

En términos generales, por vislumbrar un Perú mestizo, moderno, soberano, descentralizado, justo, democrático: un país avanzado de pan con libertad.

Haya de la Torre, muere el 2 de agosto de 1979, a los 84 años de edad, cuando presidía la Asamblea Constituyente, poco tiempo después de haber firmado la Constitución de 1979 y en vísperas del retiro a sus cuarteles de un gobierno militar de 12 años, desgastado políticamente y económicamente.

La vida y obra de Víctor Raúl es una de nuestras mayores herencias, hagamos uso de ella para terminar con la gran corrupción pública y privada que nos agobia y sancionemos de acuerdo a ley a todos los corruptos sin excepción, acabemos con la delincuencia y el crimen organizado que nos agrede todos los días, mejoremos nuestra educación y salud públicas para hacer realidad la igualdad de oportunidades que buscamos, terminemos con las grandes ineficiencias y la lentitud con que obra el gobierno, promovamos la inversión privada nacional y extranjera con cuidado de nuestra naturaleza y en condiciones favorables al aumento de la producción, el empleo y el ingreso de los trabajadores del campo y la ciudad.

Para todo ello, el partido del pueblo es fundamental. Unamos nuestro partido, hagámoslo fuerte en todo el país y recuperemos la confianza de los trabajadores que trabajan de manera formal o informal y que viven tanto en las zonas plenamente urbanizadas, como en los asentamientos humanos.

No olvidemos las siguientes hermosas, importantes y premonitorias palabras del incansable Víctor Raúl Haya de la Torre:

“...necesitamos continuar la modelación del partido... eso corresponde a la etapa en la que yo ya no he de vivir..., hay que dejar un partido fuerte y sólido, un partido moderno, contemporáneo, un partido que realmente represente la unidad monolítica de una fuerza organizada...”

*****

(*) Secretario General del Comité Ejecutivo PAP en el Estado de Illinois, EEUU.

Chicago, 22 de febrero de 2019

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