Las protestas de Argelia crecen a medida que aparecen nuevas grietas en el régimen

Por tercera semana consecutiva, decenas de miles de personas salieron a las calles de la capital y ciudades de Argelia el viernes para protestar por un quinto mandato para el presidente gravemente enfermo del país, Abdelaziz Bouteflika, cuando se abrieron nuevas grietas en el régimen autoritario de larga data.

Muchos de los manifestantes comenzaron a marchar el viernes incluso antes del final de las oraciones semanales, un nuevo desarrollo en lo que se ha convertido en una revuelta popular organizada en gran medida a través de las redes sociales.

Las calles de Argel estaban tan llenas de manifestantes que el movimiento dentro de la multitud era imposible, informaron los observadores. En un momento dado, las multitudes se vieron obligadas a atravesar barreras que impedían el acceso al palacio presidencial, el Mouradia.

Las manifestaciones fueron en gran medida no violentas, aunque hubo algunos enfrentamientos entre los manifestantes y la policía, que utilizaron gas lacrimógeno. La policía detuvo a 195 personas, informó la televisión estatal argelina.

"Esta es una situación revolucionaria", dijo Lahouari Addi, un especialista en Argelia que es profesor emérito en el Instituto de Estudios Políticos de Lyon. “Las protestas son enormes. Es toda la población que quiere verlos irse".

De igual importancia, los miembros del partido gobernante, los principales líderes empresariales e incluso el portavoz de la poderosa fuerza armada del país comenzaron a ponerse del lado de los manifestantes.

El viernes, siete miembros prominentes del gobernante Partido del Frente de Liberación Nacional, sucesor del movimiento de liberación que liberó a Argelia del gobierno francés, renunciaron al partido para expresar su apoyo a los manifestantes, según los medios argelinos.

A principios de la semana, la poderosa organización de ex combatientes de la guerra de liberación, los moujahidin, saludó el "comportamiento civilizado" de los manifestantes antigubernamentales y denunció la corrupción "en el corazón de la jerarquía de poder". Varios jefes ejecutivos han renunciado a la liga de jefes de la industria en apoyo de la protesta también, aunque su jefe permanece cerca del Sr. Bouteflika.

El Sr. Bouteflika no se ha dirigido públicamente al país en siete años. Apenas capaz de hablar debido a su derrame cerebral, está representado en los mítines del gobierno por su retrato enmarcado, conocido como "The Frame". Actualmente está recibiendo tratamiento en Suiza, donde el viernes la policía arrestó a un popular activista de la oposición, Rachid Nekkaz, quien estaba manifestando en el hospital del Sr. Bouteflika.

Las manifestaciones contra el gobierno comenzaron hace varias semanas después de que el partido gobernante indicara que, a pesar de la evidente enfermedad del presidente, el Sr. Bouteflika volvería a ser candidato para un quinto mandato.

Eso fue suficiente para muchos argelinos que, hasta ahora, han permanecido incómodos durante años bajo el gobierno de un presidente ausente, mientras que los que lo rodean comparten el botín del poder.

En cuestión de días, los manifestantes salieron a las calles, algunos con pancartas que decían "Juego terminado". Las manifestaciones, en sí mismas extraordinarias bajo el régimen autoritario, han aumentado semanalmente desde entonces.