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Jueves 18 de abril 2019

Alan muere defendiendo su honra, dignidad y lugar en la historia

Por: Gustavo Saberbein Chevalier
Alan muere defendiendo su honra, dignidad y lugar en la historia
Foto: accesoperu.com

 

Alan García, dos veces presidente del Perú por la voluntad del pueblo, partió para siempre, defendiendo su honra, dignidad y lugar en la historia del Perú.

Todavía no sabemos, con claridad diáfana, cómo en verdad murió, cómo así se fue, cómo así nos dejó Alan García.

Lo que si sabemos, con certeza, es que durante los últimos 30 años Alan García fue criticado, vilipendiado, falsamente acusado e increíblemente demonizado por el poder del dinero y su enorme fuerza publicitaria.

Por esta fuerza publicitaria del dinero, las grandes mayorías no conocen la verdad sobre su primer gobierno, ni reconocen el éxito que tuvo durante su segundo gobierno.

El inmenso poder del dinero, omnímodamente presente durante la mayor parte de nuestra historia republicana, limitó las posibilidades de que se conozca y quede grabada  en la memoria popular la verdad histórica respecto al primer gobierno aprista.

PRIMER GOBIERNO APRISTA, de julio de 1985 a julio de 1990

Alan García asumió el gobierno en julio de 1985, en medio de una creciente crisis económica, social y política, catalogada por el FMI como una de las mayores crisis de la  historia del Perú.

En efecto, había una deuda externa impagable a los bancos desde 1983, un altísimo desempleo, una significativa caída de ingresos de los trabajadores, una alta inflación anualizada de 250% y en pleno crecimiento. Y el Banco Central de Reserva, prácticamente, sin reservas internacionales.

Debido a la grave crisis económica social y política del país reinante en julio de 1985, muchísimas empresas habían consumido más de dos tercios de su capital social, a punto que el presidente Belaunde, durante su segundo gobierno, tuvo que emitir un Decreto para suspender el mandato de quiebra a que obligaba la ley de sociedades.

Y además, la subversión terrorista, que ahuyentó la inversión nacional y extranjera, así como también a muchos empresarios nacionales y profesionales altamente calificados,  dio lugar a la muerte de más de treinta mil peruanos, y a una destrucción de nuestro acervo de capital por un valor equivalente a más 30 mil millones de dólares estadounidenses.

La destrucción y muerte causada por el terrorismo de sendero Luminoso y el MRTA se internaliza más, cuando se sabe que tal destrucción y muerte fue superior a la realizada por los chilenos en el Perú, durante la guerra del Pacifico.

La fuerza publicitaria del dinero no quiso que se sepa que la hiperinflación y recesión que caracterizó los dos últimos dos años del primer gobierno aprista, fueron, principalmente, el resultado de la inmadurez política de la élite empresarial peruana y de la correspondiente a la dirigencia de los principales sindicatos laborales.

¿Y por qué?, porque los empresarios no cumplieron los compromisos de inversión que suscribieron con el gobierno aprista y el país, en ese entonces. Me refiero a inversión que los más grandes empresarios se comprometieron a realizar a partir de las significativas utilidades obtenidas en los dos primeros años de alto crecimiento económico y social del primer gobierno aprista.

 El propio experto internacional Alfredo Thorne, segundo Ministro de Economía de Pedro Pablo Kuczynski, hizo un estudio al respecto y comprobó que aproximadamente la mitad de las ganancias empresariales obtenidas, se habían remitido al exterior, en vez de invertirse en el país.

¿Y los sindicatos por qué?, por exigir altos incrementos salariales, muy por encima de lo acordado con el primer gobierno aprista, para evitar la inflación, y que los empresarios ciertamente otorgaron, incumpliendo en este campo, también, los compromisos que suscribieron con tal  gobierno.

Así, los más grandes empresarios del país y los mayores dirigentes sindicalistas incumplieron los compromisos que suscribieron con el primer gobierno aprista, con fines de superar la profunda crisis económica, social y política que caracterizaba al país en julio de 1985, sin necesidad de aplicar la receta del Fondo Monetario Internacional para bajar la inflación, es decir aplicando un tremendo shock de precios, tal como el realizado por Fujimori en agosto de 1985, que duplicó en un solo día la pobreza nacional y dejo un mar de desempleo y quiebra de empresas.

El poder y cartel mediático del dinero no quiso que sepa que, por estas razones, fue que  fracasó el primer gobierno aprista, lo cual significó el retorno de la recesión y la altísima inflación que caracterizo sus dos últimos años de gobierno.

Más aún, cuando luego de la nacionalización de la banca, en julio de 1987, los banqueros iniciaron una guerra política contra el gobierno presidido por Alan García, haciendo para ello un uso extremo de los medios de comunicación, basado en su poder económico, incluyendo su disposición de llevar adelante esta guerra política aunque ello implique la ruina nacional, extremo que el primer gobierno aprista no estuvo dispuesto a realizar, y prefirió ceder ante los banqueros, con todo lo que ello significó.

Soy testigo de excepción de estos hechos, por haber tenido el honor de haber sido Ministro de Economía y Finanzas en el primer gobierno aprista de Alan García,   incluyendo el acuerdo de concertación tripartito del gobierno con los empresarios y sindicalistas que tomó  varias semanas concertar; acuerdo sellado en la sede del Ejército Peruano, comúnmente denominado Pentagonito, teniendo como fedatarios al  Estado Mayor del Ejército. Hecho innegable porque muchos de sus asistentes lo podrán con honor confirmar.

SEGUNDO GOBIERNO APRISTA, de julio de 2006 a julio de 2011

La vieja mezquindad y el temor a un tercer gobierno aprista con Alan García a la cabeza, hizo que no se reconozca el éxito económico y social del segundo gobierno aprista. Algo que sin embargo, sí fue reconocido a nivel internacional por tirios y troyanos, considerándosele a éste como el “milagro peruano” y como  el mejor gobierno constitucional de nuestra historia republicana.

Esto es tan cierto, que todos los organismos internacionales, que antes lo habían satanizado por su posición ante la deuda externa, no les quedó  sino reconocer su éxito, a punto tal que el presidente de EEUU Barack Obama, en un momento determinado, elogió el alto crecimiento del empleo y los salarios obtenido, así como también la significativa reducción de la pobreza y la desigualdad, del segundo gobierno aprista presidido.

JUDICIALIZACION DE LA POLITICA

En EEUU y Europa  están asombrados de cómo en el Perú se ha judicializado la política.

Hay un abuso del encarcelamiento preliminar y preventivo, que es usado como arma política, para encarcelar a los líderes de la oposición política.

Es sentido común y así lo acredita la experiencia internacional, que solo basta con una detención domiciliaria para garantizar que un determinado político, no se fugue Y sea así debidamente juzgado, tal como manda nuestra Constitución.

Algunos  amigos míos, catedráticos en diversos campos del arte y las ciencias en EEUU, no se explican cómo en el Perú,  con un gobierno que se llama así mismo democrático,  no se respeten los derechos humanos.

Ellos  piensan más bien que los peruanos estamos viviendo una falsa democracia, en la que sectores importantes del Ministerio Público, el Poder Judicial, y el Ejecutivo, junto con la complicidad de los servicios de inteligencia para escuchar  teléfonos y hacer seguimientos de día y noche a determinados políticos de la oposición, que en el Perú, ha renacido como el ave fénix el modelo de gobierno impulsado por Montesinos y aceptado por Fujimori.

El gobierno de Vizcarra,  junto con sus asesores políticos extranjeros, y su alianza con un sector de los llamados “caviar”, que parecen financiados por empresas comprometidas en la corrupción de “Lavajato”, están  quedando muy mal ante los demócratas de todo el mundo, al tiempo que cavando su propio entierro político y futuros juicios, por todo lo que están haciendo en contra de lo que manda nuestra Constitución.

Opino que la muerte de Alan García abre un nuevo capítulo en el PERU, en el que existe la posibilidad de que la mayoría de los peruanos se rebelen contra el orden actual y como consecuencia de ello, el avance que hasta ahora viene mostrando el nuevo Sendero Luminoso,  que infiltra las demandas populares, se acelere y sea el único ganador.

Esto, ciertamente, sería un gran freno a las grandes posibilidades que tiene el Perú para avanzar con libertad, y justicia. Ahora que el Perú se está abriendo paso en el mundo, con el esfuerzo de los trabajadores y un gran número de empresarios, formales e informales, en el que no solo destaca la minería sino también la producción y exportación. de productos agrarios, pecuarios y manufactureros, que se dispararon a nivel internacional  con la irrigación de los desiertos de nuestra costa hecho por los dos gobiernos aprietas, a manera de ejemplo de toda la obra aprista, durante los dos gobiernos que presidió Alan García.

Él ahora descansa en paz, al lado de Víctor Raúl Haya de la Torre.

Mi más sentido  pésame a todos sus familiares y seres queridos, en la perspectiva que más temprano que tarde, resurgirá el partido del pueblo en favor de todos los peruanos y especialmente de los que menos oportunidades tienen.

¡Viva Alan García!,

¡Viva Haya de la Torre!,

¡Viva la militancia y dirigencia honesta y trabajadora!,

¡Vivan los esforzados trabajadores manuales e intelectuales que con su duro trabajo y esfuerzo diario en jornadas de más de ocho horas, aportan al progreso y engrandecimiento de nuestro país!

¡Viva el Perú!

Gustavo Saberbein, PhD.

Lima, 17 de abril de 2019

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