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Domingo 18 de agosto 2019

Aporte de la minería al progreso del Perú

Por: Gustavo Saberbein Chevalier, PhD.
Aporte de la minería al progreso del Perú
Foto: Difusión

Gustavo saberbein, autor de estas líneas

La minería es importante para el crecimiento económico y social del Perú. La minería genera el 10% del PBI, contribuye con el 12% a la recaudación total de impuestos, significa cerca del 60 % de  nuestras  exportaciones y transfirió por concepto de canon 40 mil millones de soles a los gobiernos regionales y municipios en el transcurso de los últimos diez años. Además hay que tomar en cuenta que una empresa minera con una ganancia operativa de 30% tiene una carga fiscal de 47%, carga superior a la vigente en los principales países que son nuestros competidores, como Chile, Canadá y Australia, según información del Instituto de Economía Peruano (IPE). Por esta razón, no se puede decir con seriedad  que las empresas mineras en el Perú no pagan impuestos, o que pagan  poco, tal como repiten por desconocimiento un buen número de congresistas, comunicadores, creadores de opinión, gobernadores, alcaldes y dirigentes de comunidades recientemente. Todo lo contrario, pagan bastante.           

La minería genera el 58 % de las divisas que necesitamos para comprar alimentos, medicinas, gasolina, pagar gastos de estudios y de viajes y estadía en el exterior, pagar el servicio de la deuda externa, comprar automóviles, camionetas, ómnibus y camiones, comprar equipo para la agricultura, pesca, minería, actividad petrolera, construcción e industria manufacturera,  y muchísimos otros bienes de consumo y de capital que necesitamos y/o nos gusta comprar tal como las gruesas casacas o sobretodos de invierno para protegernos del frío, sobre todo en la Sierra. O los picos o palas y otras herramientas y equipos necesarias para el trabajo agrícola.                       

Si la minería no crece y lo hace el resto de la producción nacional, el sol se devaluará de manera significativa y progresiva con lo que los precios  de todo lo que compramos en el exterior aumentaran y con ello caerá el poder de compra de todos los que vivimos  de nuestro trabajo. Y si cae el poder de compra de los trabajadores de las ciudades que son la mayoría, cae también el precio u de los productos agrícolas, ya que el salario urbano condiciona el precio de los alimentos del campo.  Si la inversión y producción minera no crece, disminuirá el crecimiento de las otras actividades productivas, lo cual es  negativo para el crecimiento del PBI a mediano y largo plazo.                

Además, la diversificación productiva que como país debemos realizar es una tarea de largo plazo, por lo que no debemos considerar esta tarea como competitiva con la minería, es decir que no  tenemos que reducir a cero el crecimiento de una para que la otra crezca.  Si no hay crecimiento de la inversión minera y la producción minera se estanca, se reducirá la recaudación del gobierno por concepto de impuesto a la renta, porque la minería aporta el  20%  de la recaudación de impuestos por concepto de impuesto a la renta de las corporaciones, que es un porcentaje alto, y porque muchas otras actividades aportan en términos relativos menos.  Y si se reduce este pago se reduce también las posibilidades de aumento del gasto en salud y educación que tanto necesitamos, en particular en el sector rural. Que es precisamente lo que demandan al Ejecutivo las comunidades campesinas en paro.  Si el sector minero no crece,  disminuirá la inversión descentralizada y el empleo rural, además que no crecerán los ingresos que reciben las comunidades campesinas por concepto de canon minero. 

Así, pues, no dejemos a un lado el crecimiento de la inversión y producción minera en arreglo con nuestras leyes, si buscamos el desarrollo económico y social del Perú.

 

 

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