Bolivia: Legisladora de la oposición asumiría el puesto presidencial

La legisladora opositora boliviana y la segunda vicepresidenta del Senado del país, Jeanine Añez, anunciaron que asumiría la presidencia después de la renuncia del ex presidente Evo Morales y su vicepresidente, Álvaro García.

En declaraciones a un programa de noticias local el domingo, Añez dijo que asumiría el cargo porque Adriana Salvatierra, la presidenta del Senado; Rubén Medinaceli, primer vicepresidente de la cámara y Víctor Borda, presidente de la Cámara de Diputados, también presentaron sus respectivas renuncias.

"Esa sería la sucesión, según lo establecido por la Constitución, dado que el presidente de la Cámara de Diputados también renunció", explicó.

Ella enfatizó que su gobierno sería de naturaleza transitoria con el objetivo de convocar nuevas elecciones.

"Tengo que cumplir con el país, se trata de convocar nuevas elecciones, es solo una etapa de transición", agregó.

Añez, miembro del Partido de la Unión Democrática, es conocida por su política anti-Morales y ha servido durante 10 años como legisladora de la oposición.

Las encuestas presidenciales se realizaron en Bolivia el 20 de octubre y Morales obtuvo el 47.8% de los votos, asegurando la victoria en la primera vuelta. Sin embargo, la oposición afirmó que había habido fraude electoral, y algunos partidos instaron a los partidarios a salir a las calles.

Después de que la oposición pidió la cancelación de las encuestas, Morales anunció que habría nuevas elecciones, pero los partidarios de la oposición dijeron que continuarían las protestas hasta que se celebrara una elección sin Morales.

El domingo, el jefe del ejército boliviano, Williams Kaliman, llamó a Morales a renunciar en una transmisión de dirección nacional en vivo.

Morales dijo que renunció y que se había llevado a cabo un "golpe de estado" contra él. Pero se sabe que la presión de la gente en Bolivia, ante el evidente fraude electoral y el informe de la OERA aseverando que las elecciones habían sido viciadas empujo a Morales a dejar el cargo y escapar al Chapare, aunque nadie lo estaba persiguiendo o buscando.