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Martes 12 de noviembre 2019

Señora Avalos, seguimos esperandola

Por: Fernando Valdivia Correa
Señora Avalos, seguimos esperandola
Foto: Difusion


La sanción pecuniaria del 10% de haberes al dislocado Fiscal José Domingo Pérez por haber efectuado reiteradas declaraciones políticas, a cargo del Jefe de Control Interno de Lima, Luís Germaná Matta, resulta una noticia alentadora, en contraste con la irrebatible persecución política-judicial a los adversarios del actual régimen de facto. Como era de esperar, la prensa áulica se conmocionó al borde de la indignación, como el oficioso Diario La República (10.11.2019): “Sanción a fiscal Pérez es represalia por su trabajo en el caso Lava Jato”. Resulta paradójico -por decirlo menos- que en diciembre de 2018, el propio Fiscal Superior Germaná Matta archivó la denuncia promovida de oficio contra el hiperbólico Pérez, apelando a la libertad de expresión al haber cuestionado la designación de Pedro Chávarry como Fiscal de la Nación, hecho que fue celebrado por el Programa “No hay Derecho” de Ideele Radio (20.12.2018). Por ello, cae de perilla la frase “no todo está perdido”, pues existen no solo valientes sino conocedores funcionarios públicos como el Doctor Germaná Matta, quienes cumplen a cabalidad la labor encomendada, más allá de las presiones existentes en sentido contrario.

Mientras, en el Ministerio Público siguen las pullas internas. Los Fiscales Supremos Chávarry Vallejos, Gálvez Villegas y Rodríguez Monteza desafían a la Fiscal de la Nación, pretendiendo dejar sin efecto la designación de Pablo Sánchez como encargado de la investigación a la presunta red criminal “Cuellos Blancos del Puerto”. La reacción de la señora Ávalos no se hizo esperar y cual mensaje a la nación en señal abierta “respaldó” a Pablo Sánchez explicándonos -sin entender por qué y para qué- las razones por las cuales continuaba a cargo. También es cierto que días antes, la propia señora Ávalos reculó aceptando que un Fiscal Supremo solo puede ser investigado por la Fiscal de la Nación.

Reconocemos su meritocrática trayectoria de más de 35 años al servicio de esta noble y prestigiosa entidad; sin embargo, urgen cambios -aunque parezcan domésticos- como la designación del Gerente General, o la pobrísima ejecución presupuestal en el Instituto de Medicina Legal -que depende del MP- en cuyo rubro Activos No Financieros (adquisición de vehículos, maquinarias y otros) solo se gastó el 0.1 % de más de S/ 14 millones.

Transcurrido más de 40 días del golpe de estado del señor Vizcarra, la señora Ávalos debe fijar su posición institucional, puesto que la Carta Política (Artículo 159°) refiere que corresponde al Ministerio Público “Promover de oficio, o a petición de parte, la acción judicial en defensa de la legalidad y de los intereses públicos tutelados por el derecho”. No puede ni debe menospreciar tal pronunciamiento pendiente aduciendo esperar el fallo del TC, toda vez que son vías diferentes: el rol del Tribunal Constitucional será analizar la constitucionalidad de la decisión del golpista de cerrar el Parlamento (declarando oportunamente fundada o infundada), mientras que su posición será sobre si tal decisión afectó o no derechos fundamentales, y de ser así perseguir de oficio la comisión de presunto/s delito/s en cautela y defensa de los derechos de nuestra sociedad.

Atendiendo a esto último, coincidimos con El Comercio (11.11.2019) cuando refiere “…(Sic)…., los lentos avances en los casos de corrupción conviven con un ánimo que puede ser mezcla de desidia o temor en el sector público -no solo el Ejecutivo- que podrían estar fermentando un hartazgo mayor, de impacto impredecible en las elecciones del 2020 y 2021. Junto con funcionarios comprometidos y esforzados, conviven aquellos ajenos e insensibles a las demandas de la ciudadanía”.

Señora Ávalos tiene Usted la palabra. Seguimos esperándola.

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