Viernes 26 de abril 2024 | Contáctenos
El presidente chileno, Sebastián Piñera, prometió "no impunidad" a las fuerzas de seguridad que, según dijo, usaron fuerza excesiva y violaron los derechos de los manifestantes durante semanas de disturbios violentos por políticas económicas e injusticia social que han matado a más de 20 personas.
Los fiscales públicos en Chile están investigando más de 1,000 casos de presuntos abusos, desde tortura hasta violencia sexual, cometidos por personal policial y militar, mientras que Naciones Unidas y Amnistía Internacional han enviado equipos para investigar los presuntos abusos contra los derechos humanos cometidos por las fuerzas de seguridad.
"A pesar de nuestro firme compromiso y precauciones... para proteger los derechos humanos, en algunos casos no se cumplieron los protocolos, hubo un uso excesivo de la fuerza y se cometieron abusos y crímenes", dijo Piñera en un discurso televisado el domingo por la noche. "No habrá impunidad", agregó.
Piñera había dicho previamente que el gobierno "no tenía nada que ocultar" sobre las acusaciones de que las fuerzas de seguridad habían torturado a los manifestantes, pero prometió investigar.
Las protestas han sacudido a la capital, Santiago, durante un mes en la mayor crisis que golpeó al país sudamericano desde su regreso a la democracia en 1990. Semanas de disturbios han obstaculizado la economía, provocando pronósticos cada vez más sombríos para el crecimiento y el desempleo.
El gobierno de Piñeera ha prometido una serie de reformas para sofocar las demandas de los manifestantes, desde aumentar el salario mínimo hasta completar las pensiones.
Los legisladores chilenos también anunciaron el viernes un plan para celebrar un referéndum en abril de 2020 para reemplazar la constitución de la era de la dictadura del país, una importante concesión a los manifestantes que dicen que está manipulada contra los pobres.
Piñera elogió la decisión en su discurso del domingo por la noche desde el palacio presidencial de La Moneda.
"Nuestros ciudadanos ahora tendrán la última palabra con respecto a una nueva constitución, la primera redactada en democracia", dijo Piñera.
La constitución actual ha sido modificada en numerosas ocasiones, pero no establece la responsabilidad del estado de proporcionar educación y atención médica.
"En las últimas cuatro semanas, Chile ha cambiado. Los chilenos han cambiado. El gobierno ha cambiado. Todos hemos cambiado", dijo Piñera. "El pacto social bajo el cual vivimos se ha roto".
Una encuesta publicada el domingo por la consultora Cadem reveló un aumento en la popularidad de Pinera durante la última semana, subiendo al 17 por ciento desde el 13 por ciento en el apogeo de las protestas.
La encuesta también indicó que el 67 por ciento de los chilenos están a favor de una nueva constitución.
Los mercados financieros celebraron el anuncio del viernes. La bolsa de valores de Chile se recuperó, registrando su mayor ganancia diaria en 11 años, y el peso se disparó hacia arriba frente al dólar después de caer en picado histórico días antes.
A pesar del anuncio, miles de personas aún salieron a las calles de Santiago el viernes y estallaron violentos enfrentamientos entre pequeños grupos de manifestantes y la policía.
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