Viernes 26 de abril 2024 | Contáctenos
La oficina de derechos humanos de la ONU ha pedido a Nicaragua que ponga fin a su "represión persistente de disidencia", diciendo que la detención reciente de 16 manifestantes antigubernamentales acusados de tráfico de armas parece estar basada en "cargos falsos".
La policía nicaragüense dijo el lunes que también se sospechaba que los manifestantes planeaban llevar a cabo ataques terroristas en el país centroamericano, que se ha visto afectado por manifestaciones contra la administración del presidente Daniel Ortega desde abril del año pasado.
Rupert Colville, portavoz en Ginebra del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dijo a los periodistas que los arrestos parecían un intento de silenciar las críticas al gobierno.
"Estamos muy preocupados de que estos cargos aparentemente falsos puedan constituir un intento renovado de sofocar la disidencia", dijo Colville.
Colville expresó particular preocupación por el destino de 13 personas que ingresaron a la iglesia de San Miguel en la ciudad occidental de Masaya la semana pasada, solo para ser rodeadas por la policía.
Nueve personas comenzaron una huelga de hambre en la iglesia de Masaya el 14 de noviembre, pidiendo la liberación de 130 personas presuntamente detenidas en el contexto de las protestas, según la oficina de derechos.
Fueron rápidamente rodeados por la policía, que cortó el agua y la electricidad e impidieron que alguien ingresara a la iglesia para entregar suministros humanitarios, incluida insulina para el sacerdote, que sufre de diabetes, dijo Colville.
"La misma noche, un grupo de al menos 13 miembros de la oposición fueron detenidos después de entregar un poco de agua a las personas rodeadas por la policía", dijo, y agregó que destacados defensores de los derechos humanos como Amaya Coppens y Olga Valle estaban entre los arrestados. .
Colville también expresó alarma por la situación en la Catedral de Managua, donde una mafia progubernamental irrumpió el lunes para tratar de desalojar a los huelguistas de hambre que exigen la liberación de los presos políticos.
"Docenas de elementos progubernamentales entraron en la catedral... y, según los informes, intimidaron y atacaron [a los manifestantes] con piedras... con el consentimiento de los agentes de policía, que habían rodeado los locales", dijo.
Los medios de comunicación respaldados por el gobierno nicaragüense dijeron que los partidarios de Ortega se manifestaban pacíficamente contra lo que describieron como la politización de la iglesia.
"Para que las iglesias no se utilicen como guarida de ladrones, asesinos, violadores... en la práctica son cómplices de crímenes, asesinatos, violaciones", dijo Tomás Valdez, líder de los partidarios del gobierno que ocupan la catedral, al canal 8.
Los grupos de derechos humanos dicen que más de 320 personas han muerto durante la represión de las protestas de las fuerzas de seguridad y los partidarios armados del gobierno desde que comenzaron las manifestaciones.
"El gobierno debe poner fin a la represión persistente de la disidencia y al patrón continuo de arrestos arbitrarios y abstenerse de criminalizar y atacar a los defensores de los derechos humanos, opositores políticos y cualquier otra voz disidente", dijo Colville.
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