César Gutiérrez, autor de estas líneas
La caída del 40% PBI en abril, sumado al discurso de reactivación plagado de lugares comunes, de María Antonieta Alva, titular del Ministerio de Economía y Finanzas, no es una clarinada de alerta, sino una sirena de zafarrancho, de la crisis en que ya estamos inmersos por incompetencia gubernamental, hecho indubitable ante lo que ocurre en otros países de la región.
El desplome del PBI de abril, podría significar que el pronóstico de caída del 12% para este año que ha presentado el Consejo Fiscal, podría llegar hasta 15.5%, que es otro de los escenarios que prevé esta entidad. Si fuese solo 12%, hay que ser conscientes de dos cosas: que se necesitará crecer dos años consecutivos a no menos de 6.6% anual para recuperar el nivel del 2019 y que el endeudamiento nacional crecerá en 13.6% sin tomar deuda adicional y el cociente deuda/PBI, del 27.5% actual, se convertirá en 31.3% automáticamente.
La preocupación es ¿cómo reactivar la economía? Fijemos la atención en tres rubros que tienen ponderación alta en el PBI: Minería e hidrocarburos, manufactura y comercio. Entre los tres hacen el 41.1% del total
Minería e hidrocarburos, tiene una incidencia del 14.4%, su desempeño dependerá del precio internacional de los productos, el cobre y el oro han empezado a repuntar, si la demanda China se recupera, podrá contribuir significativamente. Aquí no hay lugar para paralizaciones de producción, transporte y exportación por acción de terceros
Manufactura, que viene padeciendo hace bastante tiempo por los precios predatorios de importaciones subvaluadas, pesa 16.5% en el PBI y requerirá un gran apoyo del consumo privado y público, aquí compete una gran campaña de comprar productos peruanos. Acción que corresponderá al sector privado, porque el gobierno acentuará su campaña mediática en el descrédito del adversario político y en el retorno del protagonismo de la Fiscalía, así pretenderá ocultar su incompetencia.
El sector comercio, que incide en 10.2%, deberá marchar a la par del sector manufactura, conscientes que la demanda interna será uno de los pilares de la recuperación, meta nada fácil.
Finalmente, será tarea de los que opinamos, denunciar el dispendio y el endeudamiento fácil, a los que el gobierno tiene gran vocación.