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Miércoles 17 de febrero 2021

Vizcarra, El Waterloo De Mazzetti

Por: Fernando Valdivia Correa
Vizcarra, El Waterloo De Mazzetti
Foto: Difusion

En la noche del pasado viernes circuló el rumor y se confirmó luego como noticia la tan esperada renuncia de Pilar Mazzetti como Ministra de Salud. Su reemplazante, Oscar Ugarte, como era previsible tuvo palabras de elogio para su predecesora. Horas antes, el Presidente Transitorio criticó el maltrato sufrido por la hoy ex-ministra por parte de algunos Congresistas cuando intentó explicar en el Parlamento -sin éxito- sobre la vacunación al señor Vizcarra en octubre del año pasado, agregando haberla visto agotada en el trabajo. En esto último, coincidimos con el señor Sagasti, pues era evidente su cansancio cuando, por ejemplo, el 8 de enero último abandonó raudamente una conferencia de prensa ante insistentes preguntas incómodas de un periodista de un medio de comunicación no afín al gobierno morado.

 

Pero no fue solo eso lo que propició su salida del gabinete. El desconocimiento del sector que representaba y la nula comunicación a la población sobre los cuidados a tener frente a esta terrible pandemia, también contribuyeron. En septiembre pasado, y cuando aún detentaba el poder el señor Vizcarra, declaró incongruentemente en entrevista para RPP que "Los asintomáticos de Covid solo contagian si respiran". Aun así fue convocada nuevamente y en la misma cartera, esta vez por el idílico mandatario. No pasó mucho tiempo y presurosa declaró que estamos como en la quincena de abril, en referencia a la escasez de camas UCI, avizorando la cuarentena que después nos impondría este lábil gobierno.

 

Entonces llegó su alocución en el hemiciclo respondiendo holgadamente que "Ni se me ha informado que el señor Martín Vizcarra haya recibido vacuna, él, su esposa u otro familiar". Explicación tardía, sin justificación alguna. De ser cierta su afirmación, resultaría totalmente incompetente para el cargo que ocupó, pues el MINSA es el ente rector en materia de salud a nivel nacional, y Mazzetti como titular del sector debió estar al tanto que su Jefe, quien personifica a la nación, el personaje político más importante del país (solo como investidura pues sabemos quién es el señor Vizcarra), iba a ser inmunizado, y que eso no era posible por cuanto la vacuna aún no se encontraba autorizada en nuestro país, y si le ocurría una desgracia ponía en riesgo al país. Más aún, si luego de haber hecho la advertencia, Vizcarra insistía, presentaba inmediatamente y de manera irrevocable su renuncia. En adición, Mazzetti sabía (o debió saber) que estos ofrecimientos de vacunación gratis, en realidad nunca lo son. Que esto sea política del gobierno chino, bien por ellos, y mejor si les da el resultado económico que esperan obtener. Lo que no es admisible es que pretenda trasladarse esa inmunda y nauseabunda práctica al quehacer peruano; vale decir, nuestro ordenamiento jurídico PROHÍBE cualquier tipo de ofrecimiento (prebendas, dádivas) a cambio de vender un determinado producto. Eso, en buen romance, constituye un DELITO. Y, digámoslo más claro aún: por mucho menos, funcionarios públicos están purgando condena.

 

Lo cierto, o mejor dicho lo más creíble, es que Mazzetti deja el cargo presionada, pero no por el Congreso de la República, sino para evitar que sea interpelada (y quizá hasta censurada), y así estar obligada a contar acerca de la vacunación de los privilegiados durante el vizcarrato. Sabe perfectamente que Vizcarra literalmente la “echó”, la “soltó”, como lo hizo en su momento con su entorno presidencial (Mirian, Karem, etc.). Y probablemente siga haciéndolo con tal de seguir blindándose para no ser inhabilitado y terminar tras las rejas. Mejor quedar fuera de la escena pública, aunque igual de protegida por el gobierno. Eso sí, con el beneficio de no asumir responsabilidades de estado.

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