La tierra se ha ensañado con el país más pobre de América. El devastador terremoto que sacudió a Haití el pasado sábado 14 de agosto ha dejado, hasta el momento, 1300 víctimas mortales y es probable que el número de héridos se incremente.
Los rescatistas no escatiman esfuerzos tratando de dar con los supervivientes en medio de una situación que podría degradarse aún más dada la inminente llegada de la tormenta tropical Grace, que por el momento pone a prueba a la no lejana Puerto Rico.
El movimiento telúrico destruyó cientos de casas y edificios, y trae recuerdos de espanto en un país que hace once años fue epicentro de un terremoto que acabó con la vida de unas 200 mil personas. Una catastrofe de la que este país, que atraviesa una seria crisis política a causa del asesinato del presidente Jovenel Moise el pasado 7 de julio, aún no se recupera.
De acuerdo na informaciones oficiales, la ciudad de Los Cayos y sus alrededores han sido las más afectadas por el seismo del pasado sábado. Infraestructura, al igual que iglesias, escuelas, hospitales y también hoteles han sido seriamente dañdos. Y en Los Cayos, familias bregaban por rescatar algo de sus pertenencias antes de pernoctar al aire libre en medio de un campo de fútbol.
Las réplicas del fuerte seismo no se han dejado esperar. La tierra tembló a lo largo de todo el sábado, y también, tarde, en la noche de ayer domingo. El pánico se ha apoderado de los habitantes antes los posibles derrumbes, muchos han preferido dormir a la intemperie.