Recado para el señor presidente

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Si el Presidente de la República me escuchase, le diría que por su investidura e inmensa responsabilidad al frente de la Nación es preciso que tenga conocimiento cabal de lo ocurrido en Tacna el 28 de agosto, sus antecedentes e implicancias. Como gobernante y educador debe saber que el despliegue de un eufórico grupo portando una gran bandera, exhibiendo un patriotismo exacerbado, danzando y desobedeciendo las orientaciones previstas, es algo insólito para el espíritu cívico de nuestra ciudad. Sorprendió comprobar que mostraban adhesión al partido político al que él pertenece y que asombra mucho más que él les haya dirigido la palabra, convalidando así aquel desorden sin precedentes.

Debieron haberle informado, Profesor, que la organización de las fiestas de Tacna es responsabilidad del Concejo Provincial y no se programó la tradicional Procesión de la Bandera por razonables motivos de salubridad. ¿Cómo fue que entonces un grupo de personas se reúne y avanza por las calles con toda libertad?

Señor Castillo: jamás se ha utilizado ni permitido que las festividades de la Reincorporación se usen con fines partidarios, de falsas reivindicaciones étnicas u otro desatino. El más grande patrimonio espiritual del pueblo de Tacna es haber mantenido intacta su lealtad con el Perú y, luego de 50 años de resistencia, pasear su bandera con orgullo, orden y respeto. Nadie tiene derecho a desnaturalizar esa tradición y menos intentar arrebatársela a las instituciones cívicas que la honran.

Como ciudadano tacneño y además Profesor como Ud., me permito sugerirle respetuosamente que haga un claro deslinde de su participación en este malhadado suceso.