Ayer domingo 27 de septiembre, tras conocerse los resultados de las elecciones parlamentarias, todo indica que el camino se ha allanado para el candidato del SPD, Olaf Scholz, y podrá, en posición de fuerza, forma un tripartito con ecologistas y liberales a fin de gobernar Alemania.
"Los electores se han expresado con claridad. Han potenciado a los tres partidos y por lo tanto tenemos un mandato muy claro para que entre los tres partidos construyamos el próximo Gobierno”, hizo saber el candidato del SPD que ayer domingo obtuvo el 25,7% de los votos, 1,6% de votos más que los obtenidos por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Armin Laschet, que se tuvo que contentar con el 24,1%.
Los resulatados, de acuerdo a Olaf Scholz, señalan que la CDU "debe ir a la oposición". Luego de 16 años de preeminencia de la CDU en el poder, los socialdemócratas se estáa a un paso de conducir el Gobierno por primera vez desde que en 2005 Gerhard Schröder perdiese las elecciones, al igual de lo que le ha sucedido a Armin Lasche, frente a Angela Merkel.
No obstante, nada indica que la suerte está echada para el candidato de la CDU. A pesar de la derrota, la peor en su larga historia, Armin Laschet ha hecho saber que nada está dicho y que no bajará los brazos. Sabedor que su derrota pondrá punto final a su vida política esta decidido a librar dura lucha.
Scholz cuenta para esto con los márgenes de maniobra de la legislación alemana. Esta estipula que es canciller el candidato que aglutina la mayor cantidad de votos en la Bundestag. No sería la primera oportunidad que el jefe de Gobierno no procede del partido más votado.