Banner Tuvivienda
Jueves 25 de abril 2024   |   Contáctenos
REDES SOCIALES
Miércoles 13 de octubre 2021

El "Sancionalismo"

Por: Grover Pango Vildoso
El 'Sancionalismo'
Foto: Difusión

grover_german@yahoo.es


Escucho decir a un congresista que ha presentado un proyecto de ley en el cual se establecen mayores sanciones para los funcionarios corruptos. Con toda seriedad –y sin duda con convicción- el legislador considera que con ese dispositivo suyo, junto a otras iniciativas similares, se logrará vencer esta lacra social.

Más allá de tan honorable voluntad surgen preguntas inevitables: ¿en verdad las sanciones logran disuadir a quienes buscan un beneficio ilícitamente? ¿son insuficientes todas las normas y las entidades que ya existen? ¿y qué se puede hacer cuando la corrupción ya ha atrapado a algunos que están encargados de combatirla y sancionarla? Preguntaba un viejo Maestro: ¿y quién moraliza a los moralizadores?

Como sociedad no nos faltan organismos y funciones destinadas a impedir el aprovechamiento. Somos una sociedad “sancionalista”. Hay “órganos de control” en todas las instituciones del Estado y toda una estructura con esa finalidad. Y hay normatividad tan prolija que, cuando hay dudas, logra inhibir a la burocracia de tomar decisiones por miedo a usar su criterio y luego recibir sanciones. Sin duda con la mejor intención, muchas normas existen “para impedir que…”.

En el ABC de la pedagogía clásica está la dualidad “premio y castigo” como la más elemental para fortalecer o desterrar comportamientos. Lo que se debe conseguir, en los ya más amplios ámbitos sociales, es equilibrar el “sancionalismo” con mecanismos de prestigio a los actos ciudadanos limpios y eficaces, de modo tal que actuar honestamente sea no sólo normal y satisfactorio, sino reconocido socialmente.

Así tal vez los mejores se animen a liderar nuestra sociedad.

Participa:
Valorar
Cargando...
COMENTARIOS
0 comentarios
2018 Grupo Generaccion . Todos los derechos reservados    |  
Desarrollo Web: Luis A. Canaza Alfaro    |    
Editor de fotografía: Cesar Augusto Revilla Chihuan