Las "Centralitas" De Pedro Castillo

En enero de este año, el Poder Judicial sentenció a 35 años de prisión al exgobernador regional de Ancash, César Álvarez Aguilar, por el asesinato del exconsejero Ezequiel Nolasco Campos acaecido en marzo de 2014. Fue a raíz de este execrable crimen que los medios de comunicación, primero, y luego la Fiscalía, dieron con las atrocidades delictivas que estaban cometiéndose en esta parte del país, bajo las órdenes del hoy encarcelado Álvarez Aguilar. Por estos delitos, que van desde asociación ilícita para delinquir, peculado, violencia contra la autoridad, colusión, hasta lavado de activos, el Ministerio Público ha pedido 35 años de cárcel para el avieso exgobernador. Y ocurrió en Chimbote donde se ubicó el inmueble denominado “La Centralita” que sirvió como punto de reunión para que esta organización criminal planificase sus posteriores fechorías.

Marx dijo alguna vez que “La historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa”. No muchos años después, nuevos hechos de corrupción salpican al actual gobierno, involucrando directamente a Pedro Castillo Terrones. A todo esto ¿Dónde se encuentran ubicados los inmuebles donde presuntamente se habrían cometido estos latrocinios?. Palacio de Gobierno y la casa localizada en el pasaje Sarratea 179 en Breña. En el primer caso, Bruno Pacheco, entonces Secretario General del Despacho Presidencial, resultó involucrado al haber pretendido influenciar -junto al hoy exministro de Defensa Walter Ayala- ante los Comandantes Generales del Ejército y de la Aviación, en ascensos irregulares de altos oficiales. Todo un escándalo paliado con la salida de Ayala del gabinete. Solo unos días pasaron y se filtraron conversaciones en las que intentó presionar al jefe de la SUNAT para que “apoye” a unos amigos suyos en procedimientos administrativos llevados a cabo ante dicha entidad. Tampoco tuvo éxito, aunque el mismo día de su “renuncia con gracias” la Fiscalía descubrió que este “guardaba producto de sus ahorros” la friolera de US$ 20 mil, nada menos que en uno de los baños de Palacio de Gobierno. Un presionado Castillo atinó a responder que “los problemas internos que se dan en Palacio los tenemos que corregir”, agregando que “…. vengo de una labor de rondero y me someto, si hay algún caso (de corrupción) que se da, a los usos y costumbres de las rondas (campesinas)”.

¡Falso señor Presidente¡. Los usos y costumbres solo funcionan en sociedades donde no impera la ley. En nuestro país rige la Constitución Política y las normas, en especial el Código Penal que sanciona los presuntos delitos en los que habría incurrido su hoy exsecretario General. Tampoco se trata de “problemas internos”, pues a nadie en su sano juicio se le ocurriría ir a su centro de labores y guardar (o mejor dicho esconder) tamaña cantidad de dinero. Y, para ahondar aún más la crisis generada (sí, puede seguir cayéndose más bajo), el viernes último Pacheco volvió a Palacio, aunque Secretaría de Prensa se apuró en aclarar que lo hizo para tratar la “transferencia de gestión” con su sucesor en el cargo. Huelgan mayores comentarios.

En segundo término, el dominical CuartoPoder difundió imágenes donde se ven a empresarios y funcionarios entrando y saliendo de la vivienda en Breña, para reunirse con el profesor. En una de estas imágenes aparece Karelim López Arredondo, quien asesoró a una compañía que -posterior a sus visitas registradas, lo hizo en Palacio de Gobierno- resultó premiada con un contrato por S/ 232 millones en Provias Descentralizado. Como era de esperar, Castillo descartó cualquier favorecimiento a empresa o persona alguna, aunque sin aclarar las razones por las cuales sigue “despachando” asuntos de interés nacional a puertas cerradas y de manera totalmente informal.

Hasta sus más cercanos colaboradores marcan distancia. Mirtha Vásquez ha reconocido que le pareció “delicada” la denuncia periodística. Su padre político, Vladimir Cerrón, añadió que “Asumir una conducta “indiferente” ante estos sucesos lo pone en duda ante el pueblo, pierde credibilidad y se expone a una interpelación”. Más iracundo se mostró el exPremier y Parlamentario, Guido Bellido, quien fustigó a la fiscalía a realizar una investigación exhaustiva, precisando que “no puede ponerse el sombrero para sentarse en el palacio y ponerse una gorra para hablar con empresarios”.

Mientras esto sucede, una reciente encuesta de opinión (Instituto de Estudios Peruanos) muestra que la aprobación del mandatario es de 25%; vale decir, 10% menos que la anterior, lo que significa que sigue cuesta abajo.

Resulta pues, inconcebible que recién llegado a los 4 meses de gobierno, Castillo ya tenga su primera moción de vacancia presentada. Si es admitida a trámite o no, o si la misma alcanzase los 87 votos requeridos, es otro asunto. Lo curioso es que más allá de resultado a obtener, nada de esto parece preocuparle al Presidente, pues no tiene la mínima idea en lo que anda metido. Eso sí, sabe que ya tiene, a falta de una, dos CENTRALITAS.