Es tiempo de concertar

La contundente derrota de las bancadas representantes de las corrientes de ultra derecha, en su intento de poner a debate la moción de vacancia presidencial en forma absolutamente inconstitucional, significa el verdadero inicio del nuevo gobierno. Solo ahora que se han deslindando posiciones es que el presidente Pedro Castillo tendrá el oxígeno suficiente para formular y ejecutar las políticas de gobierno acordes a la voluntad del electorado, expresada en forma categórica en las elecciones generales.

El proceso de decantación 

Todos hemos asistido a las pugnas entre los extremos que alcanzaron representación en el Congreso, y contemplado la forma en que ambos trataron de tomar el gobierno. Primero, fue Vladimir Cerrón con parte de la bancada de Perú Libre, imponiendo a Guido Bellido como premier y con él, una línea política radical. Con el tiempo y las propias contradicciones, ellos mismos generaron su caída y el alejamiento de este grupo del Poder Ejecutivo. La extrema izquierda quedó anulada.

Luego, animada por la división del oficialismo, la ultra derecha creyó que había llegado el momento de asestar el golpe al presidente Castillo. Si ello sucedía, pensaron que sería fácil acceder al gobierno en base a una alianza electoral propulsada desde la CONFIEP y en especial por la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo. Todo, pensaron, volvería al carril del cual no debía salir la economía nacional. Sin embargo, no contaron con la agudeza de visión de los sectores medios y populares, progresistas y de vanguardia, que evaluaron muy bien que los propulsores del golpe parlamentario no buscaban el bien del país, sino la defensa de sus intereses personales, de grupo. Vacar a Castillo para darle el poder a la ultra derecha, sería peor que “poner al gato de despensero”. Fue fatal para las bancadas golpistas que los congresistas se alejaran de la influencia mediática limeña y volvieran a sus regiones, donde tuvieron que escuchar al Perú profundo. La verdadera votación contra la vacancia se dio en las provincias.

El reto de la concertación

El gobierno central se equivocaría peligrosamente si cree que esto es un cheque en blanco. PARA NADA. Es una oportunidad para volver a empezar. Y no habrá otra. Así que, si ahora no la hace, no será la ultra derecha, sino el pueblo mismo quien lo licencie. En esa línea, a Pedro Castillo no le queda más que hacer un llamado a las fuerzas económicas y sociales regionales y y nacionales, a un GRAN PROCESO DE CONCERTACIÓN, inspirándose en la fórmula del Congreso Económico Nacional. Es decir, convocando a los representantes del Capital nacional, del trabajo y las MYPES -como el sector popular de la economía-, de igual forma a las organizaciones sociales y económicas regionales, así como a las de los Pueblos Originarios. Todos ellos acompañados de los representantes de los Colegios Profesionales y de los técnicos del Estado. Su labor, podría desarrollarse a lo largo del verano, mientras el Congreso de la República está en receso.

¿Cuál sería el propósito específico de este Congreso Económico Nacional? Establecer las bases de un nuevo Capítulo Económico para la Constitución, a la par que discutir la forma en que se realizará el cambio de la actual, caduca e incompetente para proporcionar las condiciones para el desarrollo nacional sostenible. En lo personal, considero que debe restablecerse la Constitución de 1979, dejando de lado las posturas extremistas derrotadas en estos casi 5 meses. Pero se requiere un ACUERDO POLÍTICO, que emane de una clase dirigente, a cuyo nacimiento podría estarse arribando con el Congreso Económico que proponemos.