Caso "Plata como cancha": Condenan al periodista Christopher Acosta por difamación

El Poder Judicial acaba de dictar sentencia condenatoria en primera instancia contra el periodista Christopher Acosta, el editor Jerónimo Pimentel y la editorial Penguin Random por el delito de difamación agravada por frases contenidas en el libro Plata como cancha. imponiendo dos años de prisión suspendida y al pago de 400,000 soles de reparación civil.

En este fallo se presentaron 55° citas que el político Cesar Acuña, excandidato presidencial y líder de Alianza para el Progreso solicitó que sean calificadas como delitos contra el honor en su agravio. En este extremo la judicatura al resolver le dio la razón solo en 34° frases encontradas en el libro y por el cual consideró que constituyeron términos difamatorios que atentaron contra su honor.

El sustento jurídico que utilizo el magistrado Jesús Vega para dictar el fallo se basó en las frases más polémicas por el cual se refiere a la vida pública azarosa, trajinada de un personaje como Cesar Acuña desde su accionar en la política, las denuncias del plagio del libro, investigaciones sobre presuntas irregularidades durante su gestión pública en Trujillo, las controversias judiciales con su expareja, las denuncias por violencia física y psicológica en contra de su exesposa así como sus vínculos con Vladimiro Montesinos, ex asesor del expresidente Alberto Fujimori.

Esta sentencia debió ser declarada infundada y no lo contrario. El juez debió realizar una evaluación más a fondo tomando en cuenta todo el contexto integral de los hechos, las fuentes, los testimonios y toda documentación existente de cada caso en la que estuvo involucrado y del cual quedo constancia en denuncias, actas, procedimientos, procesos, dictámenes y diversos informes que se emitieron contra él en su momento y que fue el sustento de la obra. Tal como lo refirió el autor al incluir en las respectivas citas las fuentes originales de los testimonios y datos recopilados.

Cabe preguntarse si realmente para efectos del fallo el juez examinó exhaustivamente las fuentes señaladas en el libro o no. Por otro lado, porqué no aplico el test de proporcionalidad vinculado a los derechos fundamentales referido a la libertad de expresión versus al derecho al honor. Además, no considero la jurisprudencia de casos resueltos por el sistema interamericano, como es el caso: Herrera Ulloa vs. Costa Rica (2004), donde se concluyó que:

“cuando básicamente se reporta información de una fuente determinada, es una reproducción fiel de esta información, entonces no hay lugar a responsabilidad -incluso- cuando esta información pueda no ser correcta o dañar el honor de una persona”.

Así mismo en la resolución se nota ausencia de la valoración frente al interés público y al interés privado estando aun más de por medio un personaje de la política que aspira a candidatear a la Presidencia de la República y que con mayor razón la ciudadanía debe estar informada de todos los ámbitos de la vida de quien aspira a candidatear a un cargo público.

Podemos afirmar que esta sentencia marcará un precedente funesto para el ejercicio del periodismo en el país hacia adelante. Por cuanto se estaría limitando de manera desproporcional la labor de los periodistas al estar criminalizándose sus conductas durante el ejercicio de la profesión. Ya hay muchos actos que este gobierno viene llevando a cabo y del cual se seguirá afectando a la liberta de expresión.

Recordemos que para Frank La Rue (2012) el periodista es toda persona que ejerce una actividad periodística. En consecuencia, son personas que observan, describen, documentan y analizan los acontecimientos y documentan y analizan declaraciones, política y cualquier propuesta que pueda afectar a la sociedad, con el propósito de sistematizar esa información y reunir hechos y análisis para informar a los sectores de la sociedad o a esta en su conjunto.

Este fallo ha generado toda una repercusión nacional e internacional por las implicancias que van en desmedro contra la liberad de prensa y de expresión.

Esperemos que en segunda instancia se enmiende el fallo del juez "a quo".