Banner Tuvivienda
Jueves 28 de marzo 2024   |   Contáctenos
REDES SOCIALES
Miércoles 19 de enero 2022

Freud, Hitler y los peruanos ...

Por: Daniel Parodi
Freud, Hitler y los peruanos ...
Foto! Difusión


"La mayoría de visiones cinematográficas sobre nuestro futuro son distópicas, proclaman el triunfo del animal salvaje que lo destruyó todo a su paso. Anticipan un advenimiento fatal, una profecía autocumplida."

A Carolina

Cayó en mis manos “Freud en su tiempo y en el nuestro”, de Élisabeth Roudinesco, oportuna reivindicación del padre del psicoanálisis, luego de dos décadas de cancelaciones y escraches. Llegó a mí gracias a otra mujer, mi esposa, también psicoanalista, a la vez feminista y admiradora del intelectual vienés porque, racionalmente, se puede ser ambas cosas al mismo tiempo. 

Llevo pocos días con el texto, y como suele sucederme con lecturas no previstas, he comenzado a leerlo en desorden, de acuerdo a mis propios intereses y prioridades. Así que recién he concluido con el capítulo 2 de la Cuarta Parte que se titula “Frente a Hitler”. 

En él, Roudinesco opone a Sigmundo Freud con Adolf Hitler como a dos esencias contrarias y trae a colación las teorías freudianas que vinculan al hombre con sus instintos más autodestructivos. A estos instintos, Freud les opone la cultura y la civilización. Al respecto, señala Roudinesco que “había un camino muy distinto que era igualmente posible, explicaba Freud: el acceso a la civilización (la cultura), la única capaz de permitir, mediante la sublimación, la dominación de las pulsiones de destrucción, es decir, del estado de naturaleza, ese estado salvaje y bárbaro que es un componente de la psique humana desde la antigua horda primitiva”. 

Está claro que con Hitler se perdió todo eso, la civilización, la cultura y nos desbarrancamos hacia las pulsiones más autodestructivas del hombre. Si un equívoco ha despejado la posmodernidad es creer que progresamos y que, eventualmente, en simultaneo al avance material y técnico, superamos también nuestro estado salvaje. Este, más bien, depende de los siglos o las décadas, va y viene, puede emerger en cualquier momento. La mayoría de visiones cinematográficas sobre nuestro futuro son distópicas, proclaman el triunfo del animal salvaje que lo destruyó todo a su paso. Anticipan un advenimiento fatal, una profecía autocumplida. 

¿Y el Perú? ¿Y los peruanos? Hay un consuelo de tontos. No estamos mucho peor que el mundo. La vieja diatriba, “qué mal estamos en el Perú, quiero irme al extranjero” no funciona más. En Alemania hay neonazis en el parlamento, en España Vox crece como la marea al ponerse el sol y en USA al bueno de Joe Biden se le opone el malo de Donald Trump. 

Lo que tienen en común los neonazis alemanes, Vox española y Donald Trump es una forma de hacer política que rechaza la mirada freudiana de civilización, entendida como cultura, porque impugna el diálogo y se constituye y realiza desde la destrucción del adversario, lo que supone la vuelta de nuestras pulsiones más autodestructivas, posicionándolas, cada vez más, en el mundo contemporáneo. Y lo mismo hacen los y las radicales ultraliberales, con sus cancelaciones en redes sociales, las que hace tiempo dejaron de ser su patrimonio exclusivo. Así, la democracia, quintaescencia ideal donde debería establecerse el consenso en busca del bien común cede presto su lugar a los extremismos. 

Sin embargo, la situación en el Perú sí es peor por una razón. En los tres espacios nacionales que he referido preexistían clases políticas profesionales de muy alto nivel, y partidocracias sólidas que ahora enfrentan a capa y espada esta nueva corriente política que, finalmente, también es cultural. En el Perú, en cambio, la versión chicha y posmoderna de Adolf Hitler ha llegado, o llegará en cualquier momento, sin siquiera un partido político, o cincuenta cuadros políticos en el candelero, con la suficiente capacidad de convocatoria y movilización para hacerle frente. 

Por eso en las encuestas gana el centro y en las elecciones ganan los extremos; hasta que un día ya no haya elecciones, o lo que es peor, ya no haya república, total ¿acaso algún día la tuvimos?  

 

Participa:
Valorar
Cargando...
COMENTARIOS
0 comentarios
2018 Grupo Generaccion . Todos los derechos reservados    |  
Desarrollo Web: Luis A. Canaza Alfaro    |    
Editor de fotografía: Cesar Augusto Revilla Chihuan