Viernes 26 de abril 2024 | Contáctenos
Cantar puede ser tanto un acto ritual como bélico, también estético y casi siempre liberador. Es muchas veces como una reafirmación indispensable. Entre fe y la poesía está la frase de Tagore: "Dios me respeta cuando trabajo, pero me ama cuando canto."
En la música peruana el tema de la patria es frecuente y está unido a circunstancias singulares, como aquellas que rodearon el surgimiento de "Contigo Perú" para las eliminatorias del mundial de 1978, emblemático vals convertido en un himno que las multitudes entonan con pasión. El mérito está compartido entre su compositor, Augusto Polo Campos, con la voz del Zambo Arturo Cavero y la guitarra de Oscar Avilés.
Quizás la interpretación musical resulte tan envolvente que oculta los atributos poéticos de la propuesta literaria. Estos se inician desde que el autor agradece al cielo por haber nacido y seguir viviendo en el Perú, junto con un sentimiento de unidad que adquiere mayor evidencia cuando –como era su finalidad- se trata del fútbol: "Somos tus hijos y nos uniremos, y así triunfaremos, contigo Perú".
La reiteración inicial en los versos (anáfora, en poesía) ahonda esa demanda de unidad comenzando por las regiones naturales: costa, sierra, selva; continúa con el trabajo y con el deporte para cerrar con otra mirada regional: norte centro y sur.
La invocación al triunfo con un verso conmovedor: "que se haga victoria nuestra gratitud", sumado a "te daré la vida y cuando yo muera me uniré en la tierra, contigo Perú" alcanzan altos niveles de emotividad. La poesía en la canción.
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