Lima y Callao en estado de emergencia durante 30 días

A partir de hoy domingo 15 de enero, durante 30 días, no solo las regiones Cusco y Puno estarán bajo estado de emergencia, también Lima y Callao. Lo que haga la Policía Nacional del Perú a partir de este domingo 15 de enero en nombre del control del orden será, de acuerdo a los objetivos securitarios del Gobierno peruano, reforzado por la presencia de efectivos de las fuerzas armadas. 

"Declarar a partir del 15 de enero de 2023, por el término de 30 días calendario, el estado de emergencia en los departamentos de Puno, Cusco, Lima, en la Provincia Constitucional del Callao, en la provincia de Andahuaylas del departamento de Apurímac, en las provincias de Tambopata y Tahuamanu del departamento de Madre de Dios, y en el distrito de Torata, provincia de Mariscal Nieto del departamento de Moquegua. La Policía Nacional del Perú mantiene el control del orden interno, con el apoyo de las Fuerzas Armadas", precisa el texto del decreto supremo publicado en el diario oficial El Peruano.  

La medida suspende varios derechos constitucionales como la libertad de circulación y concierne asimismo cinco carreteras de la Red Vial Nacional: la carretera Panamericana Sur, la carretera Panamericana Norte, la carretera Central, el corredor Vial Sur Apurímac-Cusco-Arequipa y el Corredor Vial Interoceánica Sur. Una respuesta, de acuerdo al oficialismo, a las decenas de bloqueos de carreteras, levantados  por manifestantes, principalmente en el sur y en los alerededores de LIma, con miras a interrumpir el tráfico.

En lo que respecta a la región Puno, el decreto supremo contempla la inmovilización social obligatoria durante 10 días calendario. De manera, señala el decreto, que todas las personas deberán permanecer en sus domicilios desde las 8.00 p. m. hasta las 4.00 a. m. Nada menos que el toque de queda, decretado luego de dos semanas de protestas ininterrumpidas contra la permanencia en el poder de la presidenta Dina Boluarte. Manifestaciones que han arrojado como saldo más de 40 civiles muertos, al igual que un miembro de la Policía Nacional del Perú.