Banner Tuvivienda
Martes 23 de abril 2024   |   Contáctenos
REDES SOCIALES
Miércoles 15 de febrero 2023

La tributación peruana desde una perspectiva ciudadana

Por: Luis Chero Delgado
La tributación peruana desde una perspectiva ciudadana
Foto: Difusión


En el desarrollo de las próximas líneas, no se pretende realizar una introducción dogmática o teórica referente a la tributación de nuestro país, sino un contraste analítico de esté con la visión empírica que tiene un sector de la ciudadanía en relación al tema en concreto. Si bien los rumores y asonadas de la “necesidad” de un cambio constitucional, comprende, entre tantos otros puntos, una reforma tributaria, con el argumento estrella “a las grandes empresas y corporaciones no se les cobra (en tributos) lo que se les debería cobrar”, en la exigencia de una respuesta del por qué a las Universidades, Colegios, Iglesias, Casinos, entre otros se les exonera de ciertos impuestos, mientras que al sector emprendedor se le termina llenado de formalismos que atrasan directa o indirectamente la meta de ser un país formal.

Basta con dar una pestañeada a esa gran obra de Hernando De Soto titulada “El otro sendero” en donde se refleja un contexto, hasta ahora, palpable en el Perú, cimentado en la informalidad, que a su vez trae caos, desorden, retraso, entre otros. Pero qué relación existe entre la informalidad con la tributación, sin duda coexiste una relación de dependencia de resultado, pues si existe mayor informalidad, la recaudación fiscal es menor, y se contrapone; partamos entonces del punto referente a uno de los grandes problemas nacionales (la informalidad), según algunos estadistas expertos en esta materia, sostienen que la informalidad de nuestro país se gradúa entre un 65% a 85%, en algunos casos menor o mayor, pero en sustancial, la cifra supera el 50% del mercado económico.

Es cierto que somos una República en formación, apenas superamos los 201 años de vuestra independencia, pero lo preocupante es que la madurez parece estar lejos de nuestro alcance, fortaleciéndose con ello la informalidad, la misma que en pleno auge de la pandemia nos demostró que no se puede exigir un Estado eficiente, frente a una sociedad informal, con ello no pretendo justificar la inoperancia del Gobierno de ese entonces, sino que la lectura realizada es a nivel del sistema; empero, por qué se es informal, es un mero gusto o capricho o es que nos encontramos frente a un sistema tan burócrata que en ocasiones es mejor estar en la acera de la informalidad, aun con los riesgos que allí se corren, a intentar formalizarse y quebrar o fracasar en el intento.

Nuestro sistema tributario, lamentablemente no ha sido diseñado acorde a vuestra realidad, aquí no solo se castiga la evasión tributaria, lo cual me parece correcto, sino también se adentra en sancionar la elusión tributaria, dándosele a la Administración facultades de discrecionalidad, a tal punto de llegar a desconocer contratos válidos, por tratarse de operaciones “no reales”, pero ese resulta un tema aparte para abordar en otra oportunidad, pero que adelanto, resulta ser una norma inconstitucional, que atenta además contra principios básicos del Derecho, no obstante será materia de otro texto.

Sumado a ello el conglomerado de formalidades que se exige a los contribuyentes, termina por desanimar a los potenciales contribuyentes a quedarse en el lado de la informalidad, disminuyendo la posibilidad de un crecimiento fiscal. Se ha optado más por un sistema opresor que por un real fomento de la cultura tributaria. SUNAT cuenta con todas las herramientas para desempeñar un papel acompañador y recaudador, no obstante la percepción ciudadana es más de una entidad enemiga del contribuyente, la misma que al más mínimo error opta por multar, por cerrar locales, por embargar cuentas, por ser inflexible, y esto lo hace suyo en micro, pequeño y mediano empresario, que terminan siendo a la hora de las sumas y restas el sector que permite la sostenibilidad del país.

Se pretende erradicar la informalidad y no se diseña un plan de flexibilización tributaria para quienes ingresan al sector formal, no se plantea un alivio recaído en una tregua fiscal, mientras creces en tu emprendimiento, aquí no se trata de dejar todo el grupo de actividades al Estado, ya se ha demostrado que gobiernos plagados de corrupción han dinamitado el mismo, dejando de lado el espíritu de ser un país que supere en cifras a la informalidad.

Se aspira a la obtención de una eficiente recaudación, pero se cuenta con una serie de servicios que no satisfacen al contribuyente, es más, ni a los operadores contables o jurídicos de la materia, seria cuasi risible preguntar ¿en cuántas oportunidades a los contribuyentes les ha jugado una mala pasada el Sistema de SUNAT en línea? Creo que la respuesta es obvia, sin contar la orientación al público, que más pareciera una desorientación, la disciplina tributaria es sin duda compleja y hay que tener un poco de tino para optar la elección de su ejercicio, máxime en una sociedad en donde la cultura tributaria se encuentra soslayada.

La corrupción es otro de los factores que inciden en la deficiente recaudación fiscal, esto incluye a todos los sujetos que se encuentran comprendidos eh la relación jurídico tributaria, contribuyentes, auditores, abogados, contadores, fiscalizadores, funcionarios, entre otros, que estructuran estrategias a fin de defraudar al Estado. En suma convergen múltiples factores, como la burocracia, el exceso de tramitología, la escasa culturización tributaria y un sistema no diseñado en concordancia con la realidad peruana generan como secuela una ciudadanía reñida con la tributación que terminan tributando por obligación más que por convicción cuando debería ser lo contrario.

Participa:
Valorar
Cargando...
COMENTARIOS
0 comentarios
2018 Grupo Generaccion . Todos los derechos reservados    |  
Desarrollo Web: Luis A. Canaza Alfaro    |    
Editor de fotografía: Cesar Augusto Revilla Chihuan