Tú te bukelizas

Un amigo izquierdista me pregunta qué hay detrás del nuevo defensor del pueblo. Recibe a grupos ultraderechistas agresores como "La Resistencia" y "Combatientes" (estamos en la fase previa de conformación de grupos paramilitares como la Triple A Argentina fundadas por el esotérico peronista rosacruz Lopez Rega).

El defensor no es un perdonavidas sino que juega a imponer un modelo a lo Bukele que ha arrasado en El Salvador con los derechos humanos de los delincuentes y reos aplicando principios por lo que todo lo criminal no tiene derecho alguno a reclamar nada.

El presidente salvadoreño, recordemos, se guía por principios orientales dignos de una satrapia, después de todo su familia viene de Medio Oriente donde pululan califas y caudillos al margen de la ley, donde impera la ley del Talion, o sea ojo por ojo y diente por diente o la ley se aplica a rajatabla sin dudas ni contemplaciones o pragmatismo que le llaman.

El próximo paso del defensor y otras estructuras legales es la de teorizar otro tipo de derechos humanos que no sean occidentales clásicos herederos de la Declaración de Derechos del Ciudadano nacidos en la revolución francesa, pero si más cercanos a las teocracias musulmanas o dictaduras asiáticas que actúan contra lo individual y son procomunales.

Si el defensor ha sido electo por cerronistas y fujimoristas pronto se pronunciará y hará campaña en pro del indulto o amnistía al transgresor Grupo Colina  Fujimori y por qué no Pedro Castillo o etc. Todo lo que vemos son simples actos culturales preparatorios para imponer un sello violento en legalidades nuevas y muy duras en las desviadas mentalidades de estos días díscolos y fragmentados.

Olvidando la frase de Bertold Brecht, el gran creador teatral alemán que decía: "Primero se llevaron a los judíos pero como yo no era judío, no me importo. Luego se llevaron a los gitanos pero como yo no era tampoco me importo. Ahora me llevan a mí pero a nadie le importa...". Lo que en el hoy no te quejas porque no te alcanza otro día te salpicara y no sé quién puede defenderte al dejar librado a lo fácil esas respuestas punitivas impensadas