Sus preguntas al frente del programa dominical "Panorama" en Panamericana TV eran punzantes. Siempre vestida y maquillada como para una fiesta. Ella exclamaba que la prensa se viste de gala.
Era boliviana y se llamaba Roxana Canedo-Reyes Moretti. Una vez la entrevistó la revista "Oiga" y cuando el periodista se despedía reparó que en su casa, detrás de la puerta, había un machete grande, gigante. Al verlo sorprendido, Roxana le explicó que "ese artilugio era para alejar malas vibras y brujerías del mundo político periodístico lleno de zancadillas y serruchadas".
No recuerdo ninguna entrevista echada o arreglada. No dejaba respirar al oponente y lo acosaba sin que termine de responder repreguntando malcriadamente o al punto de parecerlo. Una vez que sabía o intuía que había que seguir hurgando, nada la detenía.
Sendero Luminoso la amenazaba sin pausa con cartas que decían: "Bolicha maldita, morirás". La periodista los condenó apenas aparecieron, nunca les mostró temor, les salió al frente. Roxana descansa en paz con tu belleza e inteligencia. ¡Irrepetibles!