Entre las mujeres tacneñas más destacadas Zoila Sabel Cáceres Barreda ocupa un lugar excepcional. Es el prototipo de quien ama a la patria por sobre todo, sin miedos ni vacilaciones. Zoila Sabel lo demostró como profesora y periodista; y por si fuera poco, también como pintora.
Nacida en 1871 y de una precocidad inusual, terminó su secundaria a los 14 años, al año siguiente asumió tareas docentes y luego viajó a Lima para estudiar Educación. De nuevo en su Tacna natal, fue directora del Liceo Peruano desde donde protagonizó uno de los sucesos más memorables del espíritu de los tacneños frente a los ocupantes. Hacia 1904 el gobierno chileno había ordenado el cierre de las escuelas peruanas; cuando Zoila Sabel la recibió su respuesta fue desafiante: “Como peruana y tacneña, yo mantengo y mantendré abiertas las puertas y ventanas de esta escuela que dirijo.”
Forzada violentamente, debió salir de Tacna y ejercer la docencia en Arequipa. Allí se enfrentó con la curia por privilegiar un homenaje a Bolognesi frente a una procesión. Por sus convicciones patrióticas claras y públicas fue declarada atea primero y luego excomulgada, pero en 1921 fue nombrada Directora de la Escuela Normal de Mujeres de Arequipa, hasta su retiro del magisterio en 1927 con 40 años de docencia, para luego volver a Tacna.
Hasta su deceso en 1954, Zoila Isabel compartió su vocación de pintora la labor periodística y su adhesión al aprismo. Fredy Gambetta recuerda lo que Jorge Basadre dijo de ella: “Zoila Sabel nació sumamente adelantada a su época o nació con arrestos de excepcional visionaria. (…) es la precursora de la revolución femenina en el Perú.”