Miércoles 08 de mayo 2024 | Contáctenos
Hay tantas cosas que decir cuando de Luis Cavagnaro Orellana se trata que relatar lo que pudimos compartir con él es un deber. Hoy, al recordar a Luis Cavagnaro Orellana en el primer año de su ausencia, referiré algunos sucesos que se asocian a su amor por Tacna junto a su maravillosa y fecunda versatilidad.
Los varios años en el Grupo Teatral Tacna tiene un valor especial porque fue una ocasión para ver el desarrollo de sus capacidades más allá de la Historia, tarea que compartimos –como tantas otras- con el fino e inagotable talento de Fredy Gambetta. Así también comprobar su capacidad para promover nuevos retos, como la realización de los festivales de Teatro Joven de Tacna entre los años 1976 y 1978, en coorganización con el Instituto Nacional de Cultura de entonces, dirigido por esa tacneña también excepcional que fue Virginia Lázaro Villarroel.
La segunda alusión corresponde a nuestra amistad con don Jorge Basadre Grohmann, para quien éramos “sus hermanos menores” según sus palabras, refiriéndose nuevamente a los tres. Este episodio maravilloso en nuestras vidas está seriamente documento en “El retorno de Jorge Basadre” que publiqué el 2019.
Cuando el pueblo de Tacna decidió que yo fuese su Alcalde el año 1984, encontré de inmediato la colaboración de Lucho. Han pasado muchos años pero hay mosaicos en las paredes de algunas casas que recuerdan unas hermosas competencias culturales denominadas “Este es mi barrio”, generadas por el talento de Lucho en su afán de sostener la identidad comunitaria en la vida ciudadana.
Aun cuando no lo quisiera, en lo que hacía Lucho estaba presente su vocación de Maestro.
[9nov2023]
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