"¿Por qué el 7 de mayo de 1924 como fecha fundacional del APRA? Porque en dicha fecha se inauguró la Primera Liga Antimperialista Panamericana en México, y en ella Haya entregó la bandera roja con el mapa de Indoamérica trazado en amarillo. Se trataba de la germinación de un proyecto de unión continental aún en ciernes"
El APRA no se fundó oficialmente el 7 de mayo de 1924. Como sucede con diversas organizaciones políticas y hasta con países, sus procesos constitutivos son complejos y no es fácil establecer la fecha exacta de su instauración pues no existe una que resulte definitiva. Sucede así con las independencias del Perú y Chile. En nuestro caso elegimos el 28 de julio de 1821 debido a las proclamaciones de San Martín en Lima, pero la emancipación solo se logró tras la victoria de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824. Chile celebra el primer grito, la instauración de la Junta de Gobierno de Santiago el 18 de septiembre de 1810, a pesar de que entonces sus miembros no habían siquiera decidido abrazar la causa independentista.
Un elemento común a estos casos es que las fechas fundacionales se deciden a posteriori y con un afán instrumental. Hacen falta unas efemérides, una celebración, una conmemoración anual que marca el inicio de algo, y si no está suficientemente clara la fecha se tiende a seleccionar uno entre varios eventos posibles.
En esas estuvo Haya de la Torre entre los años 1925 y 1926. Repasemos la historia. Si algo tenía claro Víctor Raúl al desembarcar en México en 1924, luego de ser exiliado del Perú por el presidente Augusto Leguía en octubre de 1923, es que quería liderar la revolución latinoamericana contra el imperialismo, en un contexto en el que ya existían redes políticas y diversas ligas que se aglutinaban en torno a esta meta.
En Moscú, donde permaneció entre junio y octubre de 1924, Haya inició su formación marxista, participó, entre otros eventos, del V Congreso de la Internacional Comunista, tomó buena nota de sus conclusiones y comenzó a buscar el apoyo de los jerarcas de la revolución soviética a su propio proyecto revolucionario. El intercambio referido se agudiza en el año 1925, encontrándose Haya en Londres, pero finalmente la IC presentará varios reparos a su Plan Insurreccional a través del suizo Edgard Wood, también conocido como camarada Stinner y especialista en asuntos de América Latina. El primero: no contar con una organización para llevarlo a cabo. El segundo: el mayor interés conmiteriano en la promoción de revoluciones en los países de la Europa Occidental.
Eventualmente, las conversaciones pudieron continuar, pues el diálogo no se rompió del todo, pero Haya tomó la crucial decisión de llevar a cabo su proyecto al margen de la Comintern. Desde entonces la labor fue titánica. Se formaron células apristas en París, México, Buenos Aires, La Paz, La Habana, Santiago, Lima y algunas provincias del Perú. El modelo no fue otro más que el de la propia Comintern, entendida como un partido político mundial con secciones en los diferentes países del mundo. Así por ejemplo, desde 1930, el Partido Comunista del Perú sería la sección peruana de la Internacional Comunista, bajo el liderazgo de Eudocio Ravines.
Es en medio de estos trajines que Haya elige el 7 de mayo de 1924 como la fecha fundacional del APRA, o de La APRA, como se le llamaba durante sus primeros años. ¿Por qué el 7 de mayo de 1924? Porque en dicha fecha se inauguró la Primera Liga Antimperialista Panamericana en México, y en ella Haya entregó a las juventudes la bandera roja con el mapa de Indoamérica trazado en amarillo. Se trataba de la germinación de un proyecto de unión continental aún en ciernes y al que Haya se avocó de inmediato. Como hemos señalado, a los pocos días zarpó hacia Europa con destino a la URSS, la Meca del Comunismo Mundial, en busca de apoyos para revolucionar todo el continente desde Río Bravo a Tierra de Fuego y así insertarlo en un periodo de transición hacia el socialismo.
El derrotero elegido por Haya lo colocó necesariamente en el terreno de las contiendas políticas e ideológicas. El solo hecho de formar un movimiento continental de izquierda, alternativo a la Comintern, fuera de sus cauces, y con postulados que competían en radicalidad con los esgrimidos por los Congresos de la IC, inició una guerra sin cuartel cuyo mayor teatro de operaciones -no el único- fue México. La Comintern era mucho más poderosa que la APRA. Esta, más bien, era endeble y embrionaria. Julio Antonio Mella, primero, y decisivamente José Carlos Mariátegui después, se encargaron de definir la confrontación a favor de los rusos. La célebre polémica Haya-Mariátegui tiene por telón de fondo la cruda disputa entre la Comintern y el APRA.
Las narrativas historiográficas
En el plano de las narrativas historiográficas, la elección del 7 de mayo de 1924 como fecha fundacional del APRA ha motivado ácidas críticas en contra de su fundador. Se señala que la selección de unas efemérides para su partido-alianza es un acto de manipulación de la historia, cuando no una mentira.
Nosotros vemos este acontecimiento, que se genera en la voluntad de Haya de otorgarle un origen a su proyecto político, como algo natural y que se explica en el propio proceso formativo de esta organización germinal, que resulta de un proceso muy complejo. Para validarlo, Haya y los demás líderes del movimiento requerían unas efemérides y el 7 de mayo de 1924, elegido por las razones que ya hemos esgrimido, nos parece un acierto al punto que logró enclavarse en la narrativa que refiere al APRA hasta el día de hoy. En otras palabras, también se trata de política.
La fecha de la fundación del APRA contiene una dimensión instrumental pero sucede lo mismo con la mayoría de efemérides. Distinto fue el caso de la fundación del Partido Aprista Peruano, el 20 de septiembre de 1930 en Lima, como resultado de una reunión de militantes cuya expresa finalidad era crearlo. Dato curioso, Haya no estuvo presente esta vez por continuar aún en la agitación de su exilio europeo.
A partir de la fundación del PAP en 1930, declina el partido-frente continental y se fortalece el partido de masas peruano. Comienza una segunda etapa en la historia del APRA, la del Partido Aprista Peruano.