Réquiem jesuítico

Si algo caracterizaba el espíritu de mi amigo Willy Quevedo Tamayo era el no ser sectario. Con el conocí a todo tipo de políticos y artistas de la noche limeña. Willy fundó la revista "Razón Diferente" en 1991 que agrupó a liberales, barrantistas, social cristianos y apristas.

Supe de él por amigos trujillanos ligados al Partido Socialista Revolucionario (PSR) y al Apra. Lo llevé a varias entrevistas en Radio Diplomat, Willy hacia gala de saberse secretos de la alta política del ajedrez peruano. Ex alumno del colegio jesuita La Inmaculada siempre mencionaba a su guía espiritual: el padre Armando Nieto Velez.

Willy fue del PUM. En 1992 entra al PPC. Las reuniones de Willy presentando sus textos eran o en el "Superba" de Lince o en el "Queirolo". Conocía a todo el mundillo cultural y librero del Jr. Quilca y Amazonas.

A veces lo veía en galerías de arte o cócteles de embajadas y recepciones en hoteles o conferencias de prensa. Willy era un verdadero ratón de biblioteca. Leía de todo.

Animador de cuanta tertulia hubiese, uno jamás se aburría con el. "No hay Guillermo malo" le dijo una vez al gran penalista Guillermo Olivera en su cumpleaños en un chifa de San Borja. Un abrazo fuerte y jesuitico allá en el éter... hoy que ya no estás, volveré a leerte. Desenfadado y desmitificador con todos.