No importa si es la hora de entrada a la oficina, la universidad o una reunión social, en Bolivia lo más probable es que la mayoría llegue tarde. Y la gente lo sabe.
En casi todas las grandes capitales, en cualquier rincón del mundo, lo más probable es que usted podría quedar atrapado en un taco entre las 7 y las 9 de la mañana. Pero no en La Paz, porque aquí a las 9 es el momento en el que de verdad comienza la hora de máximo tránsito.
A esa hora todo el mundo se dirige a la oficina, incluso cuando se supone que su jornada de trabajo comienza media, o incluso, una hora antes.
Esta lentitud crónica es resultado de lo que se denomina "tiempo boliviano". Hasta el punto de que el gobierno está tratando de luchar contra esta situación, introduciendo recompensas para los trabajadores puntuales.
Samuel Mendoza, un taxista de La Paz, se considera una excepción en Bolivia. El hecho de que trabaje con extranjeros lo obliga, según dice a la BBC, a llegar siempre a tiempo.
"Los bolivianos son muy irresponsables, aquí no hay cultura de puntualidad; nunca llegan a la hora al trabajo y parece que no llevaran reloj", dice. "Es algo muy boliviano".
Pero el gobierno del Presidente Evo Morales piensa que las cosas deben cambiar. Y por eso trabaja en una reforma laboral -entre otras medidas- para tratar de romper el hábito nacional de llegar tarde.
Y el gobierno piensa que la única forma de cambiar esta costumbre es ofrecer un incentivo financiero. Es que en uno de los países más pobres de América Latina el dinero extra resulta de gran importancia para muchas personas.
"Los bolivianos no son conocidos precisamente por su puntualidad. De forma que aquellos que lleguen en punto a su trabajo podrán recibir un 'bono de puntualidad', como un reconocimiento", explica a la BBC Víctor Hugo Chávez, abogado del Ministerio de Trabajo.
De hecho, el gobierno de Evo Morales estima que la demora de los bolivianos le cuesta al país millones de dólares en pérdida de tiempo laboral.
"Pensamos que esto incrementará la productividad y, por tanto, será bueno para el desarrollo económico de nuestro país", sostiene Chávez.
La propuesta será sometida a votación para convertirse en ley y existen altas probabilidades de que pase sin sufrir cambios drásticos. Después de todo, el partido de Morales es mayoría en el Congreso.
En la universidad la situación no cambia mucho. "Los profesores aparecen 15 minutos o media hora tarde. Y otras veces ni siquiera llegan", explica Patricia, que estudia la carrera de computación. Y añade, con un poco de resignación: "Es nuestro tiempo... el tiempo boliviano. Y no estoy segura de que esta ley logrará cambiar algo que está tan vinculado a la idiosincrasia boliviana".
Atraso presidencial
Cabe mencionar que el propio Presidente Evo Morales sufre del mal que afecta a toda la nación, porque a menudo llega tarde a apariciones públicas y reuniones políticas.
En una ocasión, los periodistas extranjeros -incluido el de la BBC- se fueron del palacio presidencial molestos tras haber estado esperando durante casi dos horas a que el Presidente compareciera en una rueda de prensa.
Fuente: El Mercurio