Dicha exposición es un esfuerzo por cohesionar un lapso de vida, un propósito de comunicación directa.
De estilo expresionista, los cuadros representan dramas cotidianos y composición equilibrada del espacio, que libera el trabajo del concepto prefijado.
Entre sus temas, aparece el hacinamiento de un tráfico desbordado, las barras bravas o la guerra con Chile.
El joven artista emergente representa a una generación convulsionada, de valores encontrados; del día a día, donde el futuro y el pasado coinciden con humor y tristeza.