El defensivo de los Delfines de Miami, Kendall Langford, recorrió junto a sus compañeros de equipo todo el campo de entrenamiento para buscar las joyas que, hasta el momento, no han sido encontradas.
Según el propio Langford, se trataría de un diamante de casi 2.5 quilates, valorado por los especialistas en más de 50 mil dólares.
Por esa razón decidió quedarse una hora después del entrenamiento buscando en el césped.
'Tengo aquí a un gran grupo de amigos que me están ayudando, ellos son como mi familia', comentó el jugador de fútbol americano.