El gobierno de Teherán advirtió hoy que no permitirá que el caso de la mujer iraní condenada a muerte por lapidación se convierta en un asunto político. “No debería convertirse en un tema político y de derechos humanos”, dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores, Ramin Mehmanparast.
La condena a Sakineh Mohammadi Ashtiani por adulterio y por el supuesto asesinato de su marido desató una ola de críticas en la comunidad internacional y diversos gobiernos occidentales pidieron la revisión de la pena.
“En lugar de apoyar a una sospechosa de asesinato, su atención (la de Occidente) debería dirigirse a los familiares de la víctima. Algunos funcionarios occidentales se involucraron en el caso, incluidos los ministros de Exteriores de Francia e Italia, pero por desgracia sobre la base de informaciones falsas”, indicó el portavoz.
Los abogados de la iraní sostienen que ella solo fue condenada por adulterio, pero ante la condena del fallo se le sumó el otro cargo. El castigo impuesto a Ashtiani fue pospuesto en julio, luego de ser fuertemente criticado. Ahora, el caso está siendo revaluado por la Corte Suprema de Irán.
El abogado de Ashtiani ha dicho que teme que la pena de muerte aplazada será implementada pronto, cuando finalice la moratoria sobre las ejecuciones debido al Ramadán, un mes sagrado para los musulmanes.