Los obispos católicos apelan a la comunidad internacional y, en especial, a Naciones Unidas para que pongan fin, mediante la aplicación de las resoluciones de su Consejo de Seguridad, a la ocupación israelí de los "diferentes territorios árabes".
Ésta es la principal conclusión que recoge el mensaje final del Sínodo para Medio Oriente que congrega en el Vaticano desde el pasado 10 de octubre a 185 obispos y que mañana clausurará el papa Benedicto XVI.
En el texto, divulgado hoy por el Vaticano y que rechaza el recurso a la Biblia para justificar las "injusticias", los obispos participantes en el Sínodo, de los que 101 provienen de Medio Oriente, expresan su esperanza por que la solución "dos pueblos, dos estados" para israelíes y palestinos se convierta en una realidad.
"Los ciudadanos de los países de Medio Oriente apelan a la comunidad internacional, en particular a la ONU, para que trabaje sinceramente en una solución de paz justa y definitiva en la región y esto a través de la aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad y de la adopción de medidas jurídicas necesarias para poner fin a la ocupación de los diferentes territorios árabes", reza el texto.