Bagdad.- Fue el rostro amable de un régimen de terror y el único funcionario cristiano en un país predominantemente musulmán como lo fue el Iraq de Sadam Hussein, pero eso no ha evitado que reciba la pena capital.
Tras más de cinco años de juicio, el Tribunal Penal Supremo iraquí sentenció hoy a muerte a Tarek Aziz, ex viceprimer ministro durante el régimen del “Carnicero de Bagdad”, por su vinculación y responsabilidad en ejecuciones extrajudiciales y el desplazamiento forzado de kurdos.
Aziz fue condenado a morir en la horca al antiguo ministro de Interior Saadun Shaker y el secretario personal del ex dictador, por su relación con la depuración de los partidos religiosos, según la televisión iraquí Al Iraqiya.
Aziz alcanzó fama internacional cuando, con motivo de la invasión iraquí de Kuwait, el 2 de agosto de 1990, condujo las negociaciones que finalmente no evitaron la Guerra del Golfo (1991), en la que se vio involucrada la comunidad internacional.
Actualmente, se encuentra recluido en una prisión de máxima seguridad en Bagdad. Todavía no hay fecha para la aplicación de la pena de muerte.